¿Es Thelma y Louise un filme feminista? Esta palabra se utiliza con demasiada ligereza como otras. Vivimos en un mundo con una dictadura invisible o tal vez con una represión oculta. Según las leyes la discriminación por sexo es ilegal, como lo es cualquier otra por diversas cuestiones (raza, credo, orientación sexual, edad) pero existe. Vivimos los tiempos de lo "políticamente correcto" que ha degenerado en una hipocresía institucionalizada.
Thelma y Louise trata de una huida, estamos en 1991. Sus dos hombres son machistas empedernidos. Son tan asquerosamente falócratas que uno se pregunta cómo es posible que estas dos mujeres se hayan sentido atraídas por esos trogloditas de medio pelo. Ya se sabe que los familiares los elige el destino, pero los cónyuges, las parejas, las elegimos nosotros y en cierto modo somos corresponsables de sus defectos.
Pero el discurso no trata de cuestionar la validez de su rebelión, que es legítima. Dos mujeres tratan de divertirse, echar una canita al aire, pasar un buen rato juntas y caen en las zarpas patosas del violador de turno. Es lo que antes llamaba dictadura invisible. Legalmente una persona puede ir a donde quiera, si alguien abusa del prójimo ¿cómo evitarlo? Una mujer tiene derecho a divertirse sin ser molestada por el energúmeno de turno. Pero esos individuos tienen derecho a ir donde quieran.
Así nos encontramos con una serie de personajes masculinos a cada cual más negativo, el violador, los maridos, el camionero carrinclón. Se dejan seducir por un niñato (Brad Pitt) de "culo bonito" que les deja sin dinero.
Nuestras dos heroínas no son perfectas, son dos personas, dos seres humanos que tratan de sobrevivir en un entorno hostil y negativo para lo que representan. Dos mujeres atractivas interpretadas por dos actrices de fuerte personalidad, Geena Davis y Susan Sarandon.
Ridley Scott da protagonismo asimismo al paisaje, al entorno hostil. Ese decorado que van recorriendo en su polvoriento automóvil. Tenemos la reflexión acertada sobre lo duro que es ser mujer en un mundo de hombres "machistas". Los "otros" parece que no existen en estas películas. Lo duro que es sufrir una cultura agresiva, patriarcal, en donde se considera a la mujer como un objeto de usar y tirar.
Eso en los tiempos de Lara Croft ya resulta tópico, pero en 1991 fue todo un atrevimiento. Una película debe ser valorada en función del tiempo en que se rodó. Las circunstancias históricas cambian pero la película, testimonio de su tiempo, permanece.

Salvador Sáinz