CRITICANDO: Agua para elefantes
Hay amores que matan
Melodrama con trasfondo circense que esconde una especie de pasional culebrón romántico con final feliz. Todo un poco convencional y expuesto con vocación de ser bonito, aunque dramático y decadente. Aun así cabe reconocerle al director, hasta la fecha especializado en ciencia ficción violenta, que ha sabido rodar con gusto y a buen ritmo, pausado pero fluido, la historia de amor de sus personajes, contextualizados en una época deprimida que resulta más interesante en si misma que el propio romance. Reese Witherspoon i Christoph Waltz son competentes, pero el pálido Robert Pattinson parece que lleva careta.
Javier Matesanz