Suena a película de terror, y para los que padecen del síndrome de túnel carpiano, o del codo de tenista, suele ser bastante desagradable, sólo piensa en las veces que muevas el brazo al día y ahora imagina que cada uno de estos movimientos produjera dolor. En mi consulta veo gente que nunca en su vida han tocado una raqueta y aún así tienen codo de tenista… Si trata de una inflamación del nervio mediano, a en su paso por el codo o por el túnel formado por los ocho huesos de la muñeca,  llamados carpianos.

Cuando el nervio está comprimido en su paso por el túnel puede provocar dolor y pérdida de sensibilidad en los dedos índice y anular, y debilidad en el pulgar, provocando que las cosas que cogemos se caigan.  Si el nervio está atrapado en el codo afectará también al codo y al antebrazo, y puede provocar dolores parecidos al famoso “cop de  sogre”, un especie de choque eléctrico que radia del codo hacia la mano. A lo largo se produce hormigueo en las manos que suele ser más pronunciado durante el sueño llegando a causar trastornos en el mismo, aparte de afectar la vida diaria de manera bastante impactante.

Las personas que más probabilidades tienen de sufrir estos síndromes suelen ser gente que en su actividad diaria repiten movimientos pequeños con las manos y los dedos, como cuando uno escribe en un teclado,  maneja un ratón, plancha ropa, aprieta tornillos y otras muchas tareas relacionados al trabajo. Es de 2 a 5 veces más frecuente en las mujeres, y más frecuente entre los 30 a 60 años. Hay otros factores que contribuyen a ello como el embarazo, la menopausia, la obesidad, el consumo elevado de cafeína, tabaco o alcohol.

La postura también influye, y mucho: personas con una postura de “cabeza inclinada”, es decir, los que llevan la cabeza hacia delante o los que han padecido un esguince cervical tienen más probabilidad de llegar a sufrir estas dolencias: de la base del cuello sale un grupo de nervios llamado el plexo brachial y el nervio mediano deriva de él. La postura inclinada de la cabeza hace que la presión sobre el plexo brachial se incrementa hasta 20 veces más, la cabeza de un hombre adulto pesa unos 5 kilos, inclinado 15grados hacia delante llega a dar la sensación de unos 35 kilos, presionando al nervio en su salida de la columna cervical.

Los cuidados quiroprácticos, aparte de corregir las subluxaciones (vértebras incorrectamente alineadas que comprimen el nervio) que causan el desvío de la columna cervical en su parte baja, también incluyen un trabajo extenso para corregir la postura, reduciendo así la presión sobre el nervio, y con un poco de paciencia, el alivio de los síntomas tan molestos que tanto el codo de tenista como el síndrome del túnel carpiano conllevan.

La quiropráctica es un método seguro, suave y conservador que ha ayudado a millones de personas en el mundo durante los últimos 115 años a ver la luz al final del túnel… carpiano.

Karel Deprez, Quiropráctico - Palma