Biel Pol: - Mira esta noticia en El Cañaveral de In-Mediatika, Joana: quieren hacer una manifestación contra la prostitución.

Joana Pol: - ¿…Y…?  

BP: - Caramba, pues que no me parece bien. Que se manifiesten para regularizarla, pero no para erradicarla. ¿Tú qué opinas?  

JP: -  Soy una mujer, ¿qué crees que puedo opinar?  

BP: -  Vamos, no me seas demagógica. También existe la prostitución masculina.  

JP: -  Oh, sí. Y la prostitución infantil.   

BP: -  Demonio de mujer,  no me fastidies. ¿Cómo vas a meter en el mismo saco la prostitución de mujeres, la masculina y la infantil?   

JP: -  Disculpa, pero eres tú quien ha hablado de “regularizar” la prostitución y no erradicarla, y lo has hecho así, tan alegremente.    

BP: -  Bueno, alguien menos puñetero que tú hubiera sobreentendido que excluía la prostitución infantil.

JP: -  ¿Y por qué sólo la infantil? ¿Crees que las putas y los putos están todos encantados de serlo?   

BP: -  A lo largo de la historia ha habido periodos y sociedades en los que la prostituta estaba bien vista. Las había que vivían como reinas. Hoy en día algunas de las mujeres más poderosas han llegado a esta situación de poder y holgada economía gracias a venderse sexualmente. Incluso alguna, por no decir la mayoría, de las estrellas de cine más glamorosas de la era de oro de Hollywood han tenido que mamar alguna polla, o hacer cosas peores. Además, siempre es peor robar que prostituirse.   

JP: -  Para empezar, no creo que los delitos de robo creen tanta miseria humana y tantos problemas derivados como la prostitución. La prostitución genera mafias muy crueles, que se dedican a la extorsión, al secuestro, a la esclavitud, a las drogas, al asesinato… Además, eso que has dicho sobre las putas bien vistas y con poder, es un horrible mito. ¿Putas con final feliz, de veras crees que ese es un argumento para defender la existencia de la prostitución? ¿Acaso crees que todas las putas son Pretty Woman? Es más, ¿de veras te creíste el final de Pretty Woman? Cuánto daño ha hecho esta película. Ese tipo de mitos se alimentan para crear carnaza, como tantos otros tópicos. ¿Crees que todos los boxeadores acaban cubiertos de oro? ¿Crees que todos los cantantes o músicos o artistas viven estupendamente? Y lo de los peajes sexuales de algunas conocidas estrellas de cine, como la mismísima Marilyn Monroe, ¿en serio te parece un ejemplo loable para apoyar la prostitución?

BP: - Cómo te gusta desmontar todos mis argumentos. Ahora mismo no sé si me siento como un idiota o como un monstruo.

JP: - Pues te está bien empleado, porque en el fondo estoy segura de que no te he convencido. Sólo quieres que me calle y deje de remover tu conciencia por pensar que la prostitución “debería ser regularizada”. Creo que esta vez deberemos resolver nuestra discusión con los Calcetines de la Verdad.

BP: - Ay. Me da miedito preguntarte qué invento es ése.

JP: - Mira, cogemos un calcetín cada uno, lo rellenamos con perdigones, y nos arreamos calcetinazos. El que quede en pie es el que tiene razón.

BP: - ¡Eres diabólica!