A Francisco Rodriguez Soto (Nacido en Berchules, La Alpujarra granadina, hace 55 años) se le conoce como Curro, el preso poeta.

             Le quedan unas semanas para recobrar la libertad total -aunque no pisa ya la prisión  desde hace tiempo-, tras un largo camino carcelero que comenzó hace unos 16 años.

C        Curro trabajó en la noche de Mallorca en los años 80, y tras coquetear con la droga quedó enganchado a ella. Y la droga, ya se sabe: cuesta dinero, y como a él no le alcanzaba, tuvo que robarlo. Con  otros tres planearon quitarle el dinero a un trabajador de un banco que lo llevaba en un maletín sujeto a su muñeca por una cadena. "Fue un atraco-chapuza y que, como tal, salió mal. Yo les esperaba debajo de un puente, cerca de la estación, a que ellos asaltaran a aquel hombre. Yo, sin saberlo, me enteré luego que llevaban una Remington y un recortá. ¿Se imagina la que se arma si llegan a hacer uso de ellas? Tras tirarle al suelo, le obligaron a que les diera la maleta y huyeron en un coche que habíamos robado, dirigiéndose hacia donde yo les esperaba, pero con tan mala suerte que se les caló. Se pusieron tan nervioso para arrancarlo, que salieron corriendo. La policía logró pillar a dos, el tercero, con el dinero, huyó, y yo, cuando me enteré de lo que había pasado, me las piré. Pero a los dos días estábamos en el talego los cuatro. Cantaron los dos pillados, el del dinero se arrepintió y lo devolvió en comisaría, donde quedó retenido, y luego fueron a por mi. Ya digo, una chapuza"

            Fue el principio de su carrera taleguera, con la droga a cuestas, la cual, cuando salía, le hacía delinquir, por lo que le volvían a pillar y de nuevo regresaba entre rejas. "Yo robé en bastantes chalés de la zona de Magalluf. Aprovechaba que sus dueños se fueran, con una piedra rompía un cristal, metía la mano, abría la puerta por dentro ¡y p'a dentro!

            Curro se ha pasado años de su vida yendo de cárcel en cárcel -Ocaña, Tenerife, Lanzarote, Puerto de Santa María, Palma…-, y también intentando quitarse de la droga, cosa que, a base de no poco esfuerzo, ha logrado, gracias, sobre todo,  a la Literatura y muy especialmente a la poesía. " Sí, porque en la cárcel he leído mucho y he escrito también mucho, tanto que se me despertó la vena literaria hasta el punto de que he ganado siete premios. En lo de escribir, y sobre todo a aprender a rimar, me ayudó un funcionario llamado Bernardo Menéndez. Y él fue quien me animó a presentarme al concurso  nacional de Cartas de Amor, organizado por la Secretaria  de Asuntos Penitenciarios. "Y lo gané con una Carta de amor a Isamar, que era una presa de la cárcel de Tahiche con la que me carteaba".

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             A ese premio le sucedieron otros, entre ellos el premio  de poesía Proyecto Patio de APROMA, donde consiguió el primero y el tercero, y en 1995, estando internado en Jaén, ganó un concurso de artículos periodísticos con Rehabilitación o manipulación. "Y eso que cuando ingresé por primera vez en la cárcel no sabía hacer una O con un canuto".

             Curro abandonó la prisión de Palma en diciembre de 2010 habiendo dejado  definitivamente la droga tres años antes, "todo, ya digo, gracias a la Literatura. Y yo le puedo asegurar que nunca más volveré a caer en ella". Ya en la calle sufrió un trastorno mental  teniendo , sin saber por qué, ni recordar nada, un altercado con la policía local de Palma que le mandó de nuevo a la cárcel, "donde he estado trabajando en la lavandería.                Desde hace un tiempo estoy en la calle y dentro de unas semanas me concederán la libertad de forma definitiva".

             Su objetivo inmediato es publicar un libro que ha escrito, Hijos de las sombras, claro que para ello necesita un editor. "Es un libro de relatos, con dos cartas de amor y 28 poemas", entre ellos el que dedica a la Porta de Sant Antoni.

                 Mientras tanto vive de una paga contributiva de 339 euros y de la venta de  sus poemas y tiene su domicilio en la Casa de Familia.

                 Al final de la conversacion, Curro confesó que se carteaba con una mujer desde hace años. "Era presa, como yo. Hace tiempo que nos mandamos cartas, pero no nos conocemos personalmente. Nos mandamos fotos, sobre todo ella a mi. Me dice que me vaya a vivir a Canarias, con ella, que ya nos arreglaremos, pero yo lo que quiero es, o quedarme a vivir en Mallorca, o irme a mi pueblo, a escribir un libro sobre mi vida y.... ¿Me permite una cosa más...? Es cosa simple. Es un ruego al director de la carcel de Palma, señor Manuel Avilés, un hombre muy bien enrolado con los presos a quienes les trae muchas actividades de la calle. Yo le pediría al señor Manuel que creara talleres literarios en la cárcel. Ya vería la cantidad de poetas y de futuros escritores que saldrían, porque, ¿sabe usted, amigo?, la cárcel es rica en escritores y poetas. Pasa que hay que descubrirlos, y la mejor forma de hacerlo  es dándoles la oportunidad de que saquen lo que llevan adentro"

                 Pedro Prieto