Biel Pol: - Joana, estoy un poco preocupado por lo de las elecciones, que ya lo tenemos encima.

Joana Pol: - Anda, siéntate sobre mis rodillas y cuéntame, ¿qué es lo que te preocupa?

BP: -  Déjate de bromas estúpidas. Voy en serio. Me preocupa a quién hay que votar. Creía que ya lo tenía claro, pero me han dicho que si sale Rajoy presidente, va a abolir el Estado de Autonomías. O sea, que nos van a quitar el Consell de Mallorca y el Govern Balear. ¿Crees que es cierto?

JP: -  Hombre, sería una forma rápida, contundente y muy efectiva de eliminar gastos superfluos. Creo que puedes estar tranquilo: habría que tener muchos cojones para intentarlo.  

BP: -  Pero ¡demonio de mujer!, ¿vas a decirme que apoyarías el regreso a un estado totalitario?

JP: -  No te equivoques: en teoría tener tantos parlamentos en España hace que las decisiones sean más sopesadas, o sea, con menos margen de error. Pero la sensación que yo tengo sobre nuestras 17 autonomías, sobretodo con la NUESTRA, es que el dinero se gasta en la “apariencia”.  

BP: -  ¿Qué quieres decir?   

JP: -  Biel, usa tu lógica: si hay un dinero para todo el estado y se divide en 17 partes, el dinero es el mismo, ¿no? ¿Qué ha hecho cada comunidad con su parte? Pues crear palacetes para los parlamentos, gastarse un montón de dinero en edificios oficiales, reformas faraónicas, diseño y mantenimiento de páginas web en su mayoría poco funcionales y obsoletas, llenar todo de nuevas banderas, contratar compositores, arreglistas y bandas para que toquen el nuevo himno, crear un festivo estúpido y carísimo que es el Día de la Bandera, letreros de comercios, publicidad estática y cartas de restaurante en catalán,  ¡gastos superfluos, Biel! El diseño de las autonomías es de 1978, creo que ha llegado el momento de avanzar hacia una República Federal, o construir un estado centralista, fuerte y ecuánime, o mi opción favorita, un estado de mancomunidades de municipios.  Lo de tener algunas competencias en algunas comunidades no es eficiente ni justo. Y lo de las lenguas y las identidades me parece malmeter, todas estas diferencias tendrían que servir para hacer un país más rico culturalmente hablando.

BP: -  ¿Cómo sería eso de las mancomunidades de municipios?

JP: - El Municipio es la base de organización básica y fundamental de acercarse al ciudadano. Podríamos olvidarnos de tantas burocracias, funcionarios, asesores, secretarios técnicos, directores generales, edificios oficiales, etc.., y podríamos dedicar más esfuerzo en atender las necesidades reales de los ciudadanos, que por cierto suelen estar  lejos de los intereses partidistas. De esa manera, se simplificarían las Administraciones y el Estado se ahorraría miles de millones que podrían ser utilizados para ser invertidos en Educación, Sanidad, Trabajo y Vivienda, que son los cuatro pilares de un Estado realmente democrático y con justicia social. ¡Lo que nos ahorraríamos en sueldos de políticos y funcionarios enchufados!

BP: -  Pero Joana, y ¿qué haríamos con esos políticos? ¿Cómo se ganarían la vida, mujer?  

JP: -  Eres tonto. Si no quieren un trabajo DE VERDAD, siempre son más baratos de mantener los subsidios por desempleo que los políticos ineficientes.  

BP: - ¡Eres diabólica!