Diana de Francia pasa el verano en su casa de Esporles (Mallorca)
Diana de Francia ha comenzado sus vacaciones en Flor de Lys, su casa mallorquina d'Esporles.
Se han venido con ella sus hija Fleur, con sus esposo y sus tres hijos y un grupo de amigos.
La Duquesa de Würtemberg hace cuentas de quedarse en mallorca hasta mediados de agosto. "Cuando me quede sola me dedicará a lo mío, a pintar, y a visitar a los amigos. Me encanta estar en Mallorca porque me encuentro muy a gusto, y más en este lugar"
Diana es mujer curiosa, por eso pregunta como andan las cosas por este país. "Pues España va como va, regular, con tendencia a no mejorar. Como casi toda Europa. Un poco mejor que Grecia y Portugal, aunque no sé que decirle, y bastante peor que Alemania, por poner unos ejemplos". La Duquesa sonríe y asiente. ¿Qué le voy a contar a ella que no sepa…? Bueno, le cuento los cambios que han habido a nivel político en las Illes que por lo que deduzco ya conoce, y es que aun viviendo en Alemania la mayor parte del año, procura estar en contacto con Mallorca siempre.
Me comenta que recientemente ha estado en Asuncion (Paraguay) donde tiene una Fundación, cuya sede visité hace dos años. "Ahora tenemos un coro de niños que durante mi estancia estuvo cantando para el presidente. Son gente buena, a la que hay que ayudar". De aquel país, para ayudar a su Fundación, se ha traido una serie de cuadros cuyo precio, abonado por ella, ha ido a parar las arcas de aquella.
Diana de Francia, que ya ha sobrepasado los 70, pero que no lo parece, es mujer divertida y extrovertida, pero que no convierte la vida en un a fiesta. Prefiere más la tranquilidad que la rodea en el magnífico lugar en que vive, Esporles, por lo que se la ve muy poco en saraos, entre otras cosas también porque no le gusta trasnochar mucho y sí madrugar. "Disfruto más de estar aquí, en este precioso lugar, lejos de ruidos y agobios, y ahora más, que están conmigo mis nietos, a los que durante el invierno no tengo oportunidad de verlos, al menos como ahora"
En breves fechas publicará un libro sobre la familia en el que predominarán las fotografías sobre los textos, a la vez que le han propuesto participar, con sus opiniones, en un libro que se va a escribir sobre el rey de España, "aunque no creo que lo haga, pues soy persona discreta … Tampoco se que editorial es, y quien lo escribe. No creo…"
Con ella recorremos la casa y los jardines que la rodean, hasta que llegamos a la pequeña capilla, cuyas paredes ella ha decorado con ángles construidos con mosaicos, colocando el rostro de sus hijos en cada uno de ellos.
En cuanto a la familia, "todo muy normal, tengo la suerte de que todos nuestros hijos trabajan, al igual que el padre, al igual que yo… El Duque siempre quiso que todos trabajaran, dando él ejemplo pues siempre está trabajando". Me lo cuenta en el despacho de este, de cuya parece principal pende un retrato suyo. "Ahí tenía cincuenta años… El se ha quedado en Alemania, descansando. Está bien, un poco cansado, pero bien". Y en lo que respoecta si esperan algún otro nieto, "de momento no esperamos a ninguno más, aunque ya veremos que pasa cuando se casen los solteros… que por ahoraparece que no van haber más bodas".
Junto a la escalera, la duquesa de Würtembeg ha colocado una repisa con pequeñas figuras. "Las compre en China y pienso que ahí están muy bien".
En cuanto a Flor de Lys, que estuvieron a punto de vender, por lo que la prácticamente la desmontaron, al no venderla la han vuelto a montar quedando mejor de lo que estaba. "Y como aquí estamos todos felices, aquí vamos a seguir".
En el pasillo que conduce a la entrada, tras haber dejado atras el gran patio interior, descubrimos en sus pareses otras figuras echas de mosaicos, entre ellas una que lleva el rostro de ella