El profesor Victor Castillo se jubila
A Victor Castillo, director del colegio Balmes, le conozco desde cuando éramos adolescentes, alumnos del Liceo Español y luego de la Escuela Normal del Magisterio, de la que somos de la misma promoción, 1966, de lo cual ya ha llovido... Tanto como que Victor se jubila dentro de un mes dejando la dirección del centro a su hijo, que continuará la saga de maestros
Porque Victor es hijo de maestros, de Jaime Castillo y Catalina Sans, que fundaron el Colegio Can Sans, hoy Balmes, donde, además, enseñaron y educaron durante décadas.
Victor y yo, desde que dejamos la escuela, apenas nos hemos visto. El se enroló en la de su familia y yo hice oposiciones, convirtiendome en funcionario. El, como digo, estuvo siempre en el mismo centro, como profesor desde que ingresó en él, 1966, a 1970, en que fue nombrado director. Y hasta hoy. Yo, tras aprobar las oposiciones, anduve por La Misericordia, s'Arenal y Son Ferriol, en las escuelas parroquiales de Nuestra Señora de la Lactancia y Santa Antoni, Ciudad de Málaga, y en Sa Indioteria, y de ahí, sin pensármelo ni un segundo, en Ultima Hora, alternando la calle con las enseñanzas de la facultad de Periodismo Pere Serra. Pocas veces, pues, coincidí con Victor. Le veía de vez en cuando, y le veía siempre igual: siempre trajeado, o con americana, todo lo contrario que yo. Pero me alegraba verle, pues siempre tuve un gratisimo recuerdo de él, tanto como persona como compañero de clase.
Y ahora se marcha. O peor, cuando más en forma está, desde la Conselleria le dicen que ha llegado el momento de su jubilación. ¿Por qué los buenos maestros, militares, catedráticos, etc., se jubilan un día, y los políticos, que ni tienen estudios de política ni han hecho oposiciones para ser políticos, pueden seguir ejerciendo hasta que se hacen mas viejos que Matusalén? ¿Por qué?
Bien. Sentados en su despacho, Victor y yo recordamos que nuestros primeros pasos como maestros fueron con la ley de Villar Palasí a la que siguieron otras leyes, que dieron paso a diversos planes de estudios, hasta hoy.
Recordamos aquellos tiempos en que, maestros recién titulados, funcionábamos con la enciclopedia, la Preparatoria, Inicial, Media y Superior. Un solo libro que lo abarcaba todo, mientas que hoy, el alumno tiene veinte que no abarcan casi nada. Prueba es que en aquellos tiempos el niño que ingresaba en Bachiller lo hacia sabiendo más que el joven que hoy ingresa en la Universidad, pero de ello no tenemos la culpa ni Victor ni yo. Es más, eran tiempos en los que las relaciones entre padres y maestros eran cordiales, no como ahora, que en según que casos son tan malas que a la de Magisterio la han convertido en una de las profesiones mas peligrosas, junto a la de piloto de guerra y periodista. "Por fortuna, en este centro no existe ningún tipo de enfrentamiento entre padres y profesores, sino todo lo contrario, las relaciones entre unos y otros son muy buenas. La prueba es que el 30% de nuestros ex alumnos nos envían a sus hijos. Si -apostilla-, este centro viene a ser como un islote dentro del mar de la conflictividad en el mundo de la enseñanza"
Le pregunto a Victor que eche la vista atrás y que me diga lo que haría por el bien de la enseñanza. Su respuesta es inmediata: "Intentaría combatir el fracaso escolar a base de programas de refuerzo, a la vez que pediría a la Conselleria d'Educacio que apoyara a base de recursos y profesorado. Por otra parte -añade-, pienso que se tendrían que renovar los planes de estudios desde educación infantil, y al mismo tiempo potenciar el hábito lector y un tratamiento más adecuado en lectura-escritura. Y, sobre todo, conseguir que algunos padres no deriven toda la responsabilidad de la educación de sus hijos a los profesores, ya que la educación es cosa de la escuela y de la familia"
En su colegio no hay APAS, " sino que existe un pacto entre padres y centro. Ellos reciben las normas del centro, y si están de acuerdo con ellas, las aceptan. Y, realmente, todos están de acuerdo"
Victor Castillo quiere agradecer la gran colaboración que ha tenido desde siempre tanto por parte de profesores como padres y alumnos del centro. "Muchas gracias a todos"
En cuanto a que va hacer una vez jubilado, " pues posiblemente esté más ocupado que ahora con mis dos nietos, la caza, la pesca, la pintura, la lectura... Seguro que no me aburro"
P.P.