Jaime Roig de Diego, muy estimado y admirado colaborador habitual de esta revista en la magnífica sección In-Pertinente, mencionaba la semana pasada a Caravaggio. E inmediatamente los que firmamos el presente reportaje no pudimos evitar pensar en el arte de Enrique Toribio, gran fotógrafo especializado en el retrato y la figura humana.

Personalmente, un fotógrafo que, como evidencian las imágenes, conoce y admira la obra de los pintores del Siglo de Oro, ya me parece interesante. Pero la obra de Enrique Toribio traspasa los límites del homenaje de forma muy personal, íntima y hermosa, reflejando además su propio tiempo, que es lo que hacen los artistas auténticos.

Las fotografías de Enrique Toribio son arte puro, no sólo por la voluntad del fotógrafo de captar la imagen buscada con la luz precisa, sino que van más allá: en la búsqueda del modelo adecuado, en el afán de “retratar” no sólo lo más bello que pueda extraer del cuerpo y el rostro del o la modelo, retorciéndolo en posturas que tensan músculos y tendones y logrando que el alma traspase su piel. Y para ello, acude cuando es necesario a la manipulación digital, al retoque delicado y preciso, sin excesos, no en ese caso para disimular defecto alguno en el modelo, sino para mostrar su máxima belleza.

En la memorable edición del Festival Internacional de Fantasía, Ciencia-Ficción y Terror MALLORCA FANTÀSTICA del 2009, Enrique Toribio nos asombró con una bella colección que estuvo expuesta durante el festival en la Sala de Exposiciones de Sa Nostra de Vilafranca de Bonany.

De la próxima 4ª Edición de MALLORCA FANTÀSTICA, pocas cosas podemos revelar antes de la rueda de prensa que la organización convocará con Daniel Monzón en el mítico Bar Cuba el 23 de septiembre, pero algo que sí podemos revelar, y con gran placer, es que más de 300.000 visitantes podrán gozar de Temptations, una colección de diabólica magnificencia, de Enrique Toribio.

Sí, hemos mencionado a Caravaggio. Y viendo las fotografías de Enrique Toribio no hace falta explicar por qué: el peligroso juego de luces y sombras, la búsqueda espiritual, el flagrante intento del fotógrafo por estimular la sensibilidad del espectador, sin llegar a herirla, y la belleza siempre alcanzada incluso en los temas más sórdidos, hacen de Enrique Toribio un artista al que, desde luego, le cuadra contar entre sus bellas colecciones alguna que mencione el Barroco. Y con todo merecimiento.

Como menciona en la escueta biografía presente en la página web de Enrique Toribio, de la autoría de Marina Ferrer, desde mediados de los 80 compaginó su actividad de diseño y patronaje en la alta costura  con colaboraciones como figurinista en montajes teatrales de la compañía «Ensayo 100». Entre otras, vistió obras de Chéjov, Ibsen y Tennesse Williams.

Durante ese periodo también aportó su trabajo como modisto para espectáculos de cabaret y de danza, tanto clásica como española y para algunas producciones de cine.

Desde el comienzo del milenio su actividad artística se centra en el universo de la imagen. Muestra de su saber hacer es la exposición de dibujos eróticos «Eidolon» (Berkana, 2002).

La inagotable curiosidad que lo caracteriza le lleva a iniciarse en el mundo de la fotografía. Desde 2003 desarrolla una intensa actividad como fotógrafo especializado en el retrato y la figura. Su interés se centra en el tratamiento estético del rostro y de la expresión y texturas del cuerpo, con un afán por recuperar las tradiciones del retoque fotográfico de mediados del siglo xx, renovadas por la técnica digital actual.

La relación con el mundo cinematográfico no se ha interrumpido en este tiempo. Prueba de ello es la colaboración entre otros, en el cortometraje «Invulnerable» de Álvaro Pastor, que ha sido galardonado con numerosos premios internacionales.

MIRAR DESDE DENTRO (texto de Enrique Toribio).

Siempre que alguien me pide que hable sobre mi y la fotografía ocurre lo mismo, nunca se como empezar. Pero cuando consigo romper mi costra de hielo, la emoción comienza a llenarme la boca… y ya  no encuentro la forma de acabar.

Quizá sea esta una de las constantes en mi vida…la obsesión por la comunicación. La comunicación como motor de todas las relaciones en el universo.

La obsesión por comunicarme con los demás, por ser entendido por ellos y por entenderles.

Y es por lo que creo que la timidez o las dudas nunca pueden ser un freno que impida la comunicación entre las personas.

Cuando empecé a coquetear con la fotografía, lo hice como continuación de mi eterna relación con el dibujo y he aquí que la fortuna me facilitó la forma de unir esas dos maneras de contar historias que fue la fotografía digital y el retoque por ordenador….gracias a ello conseguí que pintura y fotografía no tuvieran que pelearse por mi… ni yo por ellas... y ese buen amigo que me ayudó a no tener que prescindir de ninguna de las dos fue el retoque digital.

Con una devoción clara por la fotografía del rostro y el cuerpo, llega mi pasión por el retoque… el retoque de las imágenes como forma de acercar a los demás las visiones que forman parte de mi universo personal y que al igual que en los demás, se generan en mi interior cuando la contemplación de la belleza se mezcla con las emociones que esta me  provoca…. Y cuando hablo de la belleza no solo hablo de la belleza exterior…hablo de la BELLEZA, de la que se escribe con  mayúsculas…de la única y auténtica…la que esta encima y debajo de la piel, la que nos emociona hasta el punto de hacer cualquier cosa para poder tenerla cerca, para poder atraparla….incluso fotografiarla.

Intentar fotografiar la belleza humana es acercar a los humanos hacia lo divino… porque la belleza, es un don que nos separa de lo temporal y nos convierte en eternos.

La belleza es como la materia…no se crea ni se destruye…sólo se transforma… y cuando la tienes de verdad, ya nadie te la puede arrebatar.

Todos los que de una u otra forma intentamos relacionarnos con ella, tenemos que aprender a verla en toda su evolución y no conformarnos con ver solo la cáscara, que al fin y al cabo es la parte mas efímera de esta.

Mi búsqueda es esa…

Quiero tener el honor de estar cerca de todas las bellezas que el ser humano nos puede ofrecer y convertirme a través de la fotografía en un narrador de ellas.

Para contároslas a vosotros, a todos y todas

Porque la belleza, como he querido expresar antes no solamente entra por los ojos... la belleza nos invade también a través de la emoción…. y la emoción es el photoshop de nuestros sentimientos, la emoción retoca y transforma lo que sentimos y nos hace verlo como de verdad es en nuestro interior en ese preciso instante.

Y yo quiero que veáis el color de mis emociones.

Gracias por escucharme y por verme.

ENRIQUE TORIBIO

Madrid  26 de Agosto de 2011

Reportaje para In-Mediatika Magazine: Biel Pol y Joana Pol.

Bio de Enrique Toribio: Marina Ferrer.

Fotografías y texto final: Enrique Toribio.