Giselle Calderón ha estado en Palma pasando unos días de vacaciones y, al mismo tiempo, arreglando unos pequeños trámites burocráticos.  La última noche asistió a una cena que le ofreció José Gomis, de Canta Napoli, que organizó Mery Rodríguez y en la que se reencontró con algunos amigos, entre otros los fotógrafos Pau Torrens,  José Antonio Ramírez,   y José Luis Martret, además de algunas modelos de estos, como Elisabeth Lorente, Mónica Vélez Laura Guardiola, Mery Rodríguez, etc. Y es que esta bella ecuatoriana, que ha vivido muchos años en la isla, y a la que sigue vinculada -de hecho, en menos de un año, ha viajado tres veces- sigue teniendo muy buenos amigos.

Antes de la cena, Giselle, que lucía expendida, de  azul, nos habló de la serie de Antena 3, El Barco, en el que, en su segunda parte,  sigue navegando, y de la que ya llevan grabados bastantes capítulos, tantos que en septiembre acaban.

Giselle, que está feliz siendo una de sus tripulantes, nos adelanta que aparecen nuevos personajes. "¿De dónde salen, si el mundo ha sido engullido por el mar tras la catástrofe?", preguntamos. "Son náufragos, gente que iban en otros barcos que se hundieron y que ellos lograron sobrevivir…".

Entre estos náufragos está Belén Rueda, lo que sin duda será un aliciente más para la serie.

En cuanto a si seguirá su aventura amorosa con el capitán de El Barco, desde luego más aventura de ella hacia él, que viceversa, pues el amor de él , aunque no correspondido, es la médico a su vez enamorada de Ulises, quien no la corresponde -¡uf, qué lío!- Giselle anuncia que no, "que se acaba, pero que llegan otros amoríos que darán que hablar".

La serie se rueda en dos escenarios. Un estudio, en Madrid,  en el que se ha construido el interior del barco, y Valencia, en cuyas aguas, y a bordo de un barco de verdad -el que se ve en la serie-, se filma el resto.

Y Giselle está encantada -dice-, no solo por lo que representa para ella esta serie, sin duda su lanzamiento que ahora tratará de rentabilizar, "sino el equipo humano que he encontrado en ella, lo cual es muy importante".

Por el momento no piensa en otra cosa que en El barco, entre otras razones "porque mi contrato no me permite hacer otra serie, ni cine". Por lo demás, lleva muy bien lo de la fama, que no se le ha subido a la cabeza, dado que tiene muy bien puestos los pies en el suelo. No le importa firmar autógrafos y sabe sonreír amablemente cuando se la reconoce.

Por lo demás, en su casa, en Ecuador, están  felices viendo lo bien que le van las cosas, en una carrera en la que si no es fácil llegar, más difícil es mantenerse, y más en estos tiempos en que, según hemos podido ver, la televisión está sacando a nuevos jóvenes actores con mucho futuro. Giselle, a quien no le ha sido fácil llegar hasta ahí, trata ahora de consolidarse. Y a fe que lo está consiguiendo.