Una noche en las postrimerías de mi adolescencia, estaba con un amigo en las  “Festes des Vermar” de Binisssalem, que en aquel momento eran mucho más recoletas, porque en el umbral de mi excelente memoria parecen un decorado en una película de Giuseppe Tornatore.

Se nos ocurrió disparar en una típica caseta de tiro al blanco.

Por diversas circunstancias, tuve formación y sabía disparar muy bien. Pero  aquella noche Dionisos andaba enredando por culpa del vino.

El objetivo era una diana sujeta por una muñequita. La muñeca estaba firme y su función era, como en el boxeo, la de mujer objeto: sostener la cartulina. Era una pobre figura de plástico con un vestido de tela.

Mi primer disparo fue completamente desganado, basado en un confiado “ir sobrado”. Precisamente por eso y por estar “piripi”, se me fue el tiro, que debía ir al centro de la diana, nada menos que al hombro de la muñeca, de tal manera que le hice saltar el tirante del vestido.

Mi amigo, me miró levantando una ceja sin saber si lo había hecho con intención. El fallo, lo que hizo fue excitar mi ya incipiente lado surrealista. Me despejé, y saqué al tirador de la modorra. 

El segundo perdigón le hizo saltar el otro tirante, mostrando ese pecho rosado plano y andrógino que tienen las muñecas. Por el rabillo del ojo, ví que el dueño de la caseta se había apercibido de lo que pasaba, gracias en parte, al azoramiento de mi amigo, que lejos de divertirse se removía incómodo. Me dió tiempo aún de acertarle, con el siguiente en la cadera, por lo que el vestidillo de tela rígida se abrió lateralmente, como un libro, mostrando una lívida desnudez de “Barbie-Feriante“ en bolas.

El dueño de los recreativos me arrancó de un airado manotazo, la escopetilla al tiempo que farfullaba algo. Yo no opuse resistencia. Reconocía mi gamberrada aunque me parecía que era inocente y, en cierta medida,…”artística”: una performance , una perversa representación de Guillermo Tell  bajo el poderoso influjo de la varietal Mantonegro.

Así esta ocurriendo en la vida política de las islas:

¡¡¡Con la que está cayendo !!!, algunos señoritos barones de los partidos políticos ( y hoy le toca al Partido Popular), confunden los objetivos prioritarios con vestir o desvestir a la muñequita, en una estrategia del Bibelot, en la que casi siempre la lengua y los bizantinos discursos de méritos o requisitos, son pura excusa y paripé.

Antes de que pudiéramos disfrutar las campanadas de la Puerta del Sol o de “en Figuera” en Cort, el Presidente  Bauzá ya había oído el Gong en su cuadrilátero y un golpe seco en la boca, que es la cavidad que alberga la lengua. Y por ahí es donde el púgil, al que algunos llaman “el verso suelto del PP” (¿un verso de Joan Margarit?),  le busca las cosquillas.

Estaba cantado. Otros barones se habían ido mansamente a por Ligas, descartados en la lucha por el liderazgo, porque obviamente tantos culos no caben en el sillón del number one. Pero Antoni Pastor, AP (Curiosas siglas para un nuevo partido), se ha mantenido en el papel estóico y estatuario de la supuesta disciplina.  A ver que pasa.

Y lo que pasa es que si no vas a la cena de Navidad, estás mandando una declaración de desamor o de guerra, y además no te toca la cesta de Navidad, que se la llevó Jaime Llabrés. Y a lo mejor se la podía haber llevado él a Manacor, fíjate,  pero prefiríó guardarse  para el último round del 2011, combate que no transmitió IB3.

- “Muchos piensan como yo pero no lo dicen”.

¿Y que esperan esas multitudes sojuzgadas, tras tantos años de opresiva dictadura?...¿que se aparezca la Virgen en el Lago Martel de las cuevas?...o que las estalactitas se tornen “sospiros” y le señalen a él?

¡Oiga!, no hace falta votar o no votar a un partido para indignarse al leer esas cosas.

Cuando acudimos al médico especialista, o a una clínica, esperamos que ese equipo nos cure. Nos importa un bledo su situación sentimental, si juega bien a golf, qué coche tiene, si se lleva mal con el cuñado, o si tiene aspiraciones  a presidir el Colegio de médicos, o su comunidad de vecinos.

Votamos a un partido o a otro, de la misma manera que vamos en ayunas al médico: sin mucha alegría y como mal menor, pero encima…¡no me enseñe usted los pespuntes de la faja, que hace feo, y no he tomado ni café!.

La prensa además está ayudando, como si balancease el sahumerio, en la función de marear y aturdir. Así determinada periodista dice que en la gala del Teatre Principal (¿qué gala?), “Los creadores dicen SI a la cultura”(sic) …¿¿¿…???

¿Se imaginan a los creadores diciendo que NO a la cultura?. Es como si los Fontaneros se reunieran y manifestaran “¡SI a los grifos!”. O bien: “El gremio de Fontaneros reunido en gozosa celebración exalta la ejemplar función de las CAÑERÍAS”

Porque el titular interior dice que “La cultura se reivindica con su lenguaje en el Teatre Principal”,¿Qué lenguaje?: ¿el plástico, el cinematográfico, la danza…¿o se refiere a la lengua?, que no lenguaje: ¿el catalán, castellano?…

Eso es una elipsis, un alambique, para no describir la reivindicación independentista (como cada año), del 31 de Diciembre de la OCB, año en que se secó la opípara teta. Aunque seguro que les quedará algo para escolarizar, en catalán, naturalmente, a los “Voltor Negre “ de Sineu , que en una pintada de una sola frase han hecho varias faltas, en catalán.

(En el delirante e hipotético caso de que lo hubiesen escrito en castellano, el peso de las faltas ortográficas hubiese hundido el muro por sobrepeso o por vergüenza).

Es por esas cosas que yo necesitaría juguetes para adultos…

- ¡Psschcsssssss! ...¡He dicho juguetes!, no cosas gelatinosas para fines sexuales. Esas cosas que nos vende, en plan Tuppersex, con una artificiosa naturalidad, una señora elegantísíma, como Catherine Deneuve, que a su vez, viene de parte de otra señora conocida tuya, a la que jamás le habrías contado un chiste de Jaimito.

Con su falso acento del barrio de Salamanca,  agita con naturalidad, como si te estuviera mostrando una Mont Blanc del tamaño de un calabacín, una cosa ultramoderna y un poco intimidante.

-Pues verás Jaime: Para ti que amas el diseño, “Duke” puede hacer por ti grandes cosas:

Graciasasuvibraciónconelestimuladorconseguirásunmasajeintensoyprofundoen lapróstatayelperineoSudiseñoesergonómicoconacabadosredondeadossu texturaessuaveylisaparaconseguirunafácilpenetración.

Un instante para respirar, y ella alcanza el climax final:

-Disponedevibradorcontresvelocidadeytresprogramaspalpitantes.

(Como si te hubiera dado la puntilla)

A ti si que te palpitan las sienes de pensar que esa señora de CH, que incluso has pensado que ¡era Carolina Herrera!, te esté hablado de meterte cosas en tus orificios más íntimos mirándote a los ojos, ¡y encima, te muestra el arma!.

Sólo esperas que ahora no venga un tutorial en directo.

NO, yo me refería que cuando políticos y fuerzas vivas, periodistas incluidos, hacen esas cosas que nos indignan, podríamos sacar sus réplicas en juguetes y putearles un poco. Así nos desahogaríamos como si les hiciéramos vudú.

Se me ocurre…

- “La granja de Antich”, con sus gallinas y “el Rebaño de Pastor”, (que podrían venderse juntos por similitud temática. 

- “Mariquita Armengol”.¡sí!,¡sí!...una Armengolita que cada vez que se le aprieta la tripita dice riendo mucho:

- en català!, en català!...y también

- PP caca!!...PP caca!!...y naturalmente hace caquita.

También daría juego

- un “Jose María Rodríguez Gobernador”, de vistoso uniforme con entorchados, que yo no se si lo llevan en días de gala, pero seguro que a él le va mucho. Y a pilas, para que revise las tropas o que reciba en el aeropuerto.

Sería útil con una bayeta- complemento, para sacar brillo al Parquet o Terrazo. Pero habría que ponerle pilas de baja duración, porque este tiene narices de ir a invadir Polonia él solo.

Eso estaría bien para la clase política que periódicamente recibe un tartazo, en el mejor de los casos, o un souvenir del Duomo en los dientes, en el peor.

Mi llamamiento es a que se nos pase la rabia jugando con ellos y tal vez, los originales viendo las réplicas como espejos deformantes, hicieran una reflexión.

Ya se que es suponerles mucho.

De momento, yo lo escribo a Oriente.

Jaime Roig de Diego.

Ilustración de cabecera:

"Boda del año" de Roig de Diego

(Colección de  Antonio Novo)