Lady Gaga, con una tarjetita, me agradece (lo juro) mi contribución benéfica para Japón, mediante la compra de una pulsera: “We pray for Japan”. No hay más que entrar en la web de la camaleónica star y buscar shop.

Mientras escribo esta columna, con la vibración al presionar el teclado, la pulsera, ancha, de silicona, tiembla como un pecho desnudo de la Pompadour.De repente mi mujer me apremia para que salgamos hacia el Trui Teatre, al estreno de la Ópera Infantil “Brundibar” (Isabel me lleva a ver cosas propias de mi edad). Pero… no se llamen a engaño. Un recital de Cecilia Bartoli, cantando el repertorio de los castrati, no generaría mayor expectación.
Ningún espectáculo técnicamente para niños, ha sido cubierto por tantas cámaras. El el Photocall, Rafa Nadal aguanta estoicamente.

En el exterior, dos fotógrafos que ya debían tener su pedacito de Rafa, cuarto y mitad, pillan la llegada de Xisca, la novia “girl next door” del Tenista.
Los niños rugen de alegría a la entrada en la sala de Rafel Nadal Perera. Y digo los apellidos porque hoy el protagonista es, o debería ser, Don Rafael Nadal Nadal, un joven director de orquesta que a pesar de sus ochenta y tantos…parece que desayuna más antioxidantes y omega3 que Sanchez Dragó, pero sin quimono.
 
“Brundibar” de Hans Kràsa (Praga 1899), según me contó el propio Don Rafael, es una quimera, la última gema que le faltaba para coronar una carrera más que plena de acontecimientos. Unos sponsors de lujo lo han hecho posible. Una aseguradora, un grupo mediático, un banco y dos fundaciones (con eso puedes invadir Polonia).
El resultado es enternecedoramente irregular. La parte vocal, bastante mejor que la dramaturgia de unos niños que son cantantes pero no actores.
 
Al finalizar el espectáculo y cuando la sala se fue despejando, se pudo ver a toda la famila Nadal y sus numerosos amigos (politicos, empresarios y gente de los medios, el Ghota, vamos), reunidos para la ocasión.
 
Los Nadal son altos y juncales como espárragos.
D. Sebastià, el padre del Tenista, es un espárrago de Aranjuez blanco y dandy; Miquel Angel, el futbolista, es un triguero leñoso y con músculo; Don Rafael, el músico, es un espárrago de marge, silvestre, libre y cimbreante como un Roseaux sauvage. Rafa es “el Carretilla” King Size, envasado en aluminio blindado.
 
En este evento musical, había muchas caras del deporte y se convirtió, en un momento dado y de un modo espontáneo, en un acto de apoyo y adhesión cariñosos a Pepote Ballester. Me emocionó que se acordara de mi ( ya que hacía tiempo que no le veía), así como su cordial abrazo.
En ese momento veo a mi Isabel y a Rafa en una charla breve con cabeceo. El tenista partía poco después, tras un baño de autógrafos para los niños.
Que nos escriba a in-mediatika. Pero a poder ser, con el sello de Correos dedicado a la película “Pa Negre”. Una película con sello, es como si tuviera vocación de dejar huella.
 
Tengo que preguntarle a Agustin Villaronga cómo se llamaba el corto en el que colaboré siglos atrás. Se que era en el fondo de una cantera, lo que demuestra que era su etapa más underground. Y la mía.
 
Y eso es el espíritu de IN-PERTINENTE, que empezamos hablando de Lady Gaga y acabamos en una cantera buscando espárragos. O pegando sellos.