Hace poco me he llegado una foto con la pregunta “adivina que comida rápida se prepara con esto":

Lo que estás viendo es pasta de pollo, que luego se estampa en forma de nuggets, pero no antes de ser sometido a un proceso químico destinado a arreglar el color y el sabor de esta pasta (básicamente carcasas de pollo, las partes con más valor económico, pechugas, alitas y muslos no entran aquí). Lo que más miedo da es que se venden millones de nuggets al año, y que la gran mayoría de estos son consumidos por nuestros hijos.
Comparto contigo el proceso de creación: La carne de pollo de menor valor económico como la piel, los órganos, tejidos conectivos como ligamentos, tendones, cartílago y huesos pasan por una máquina trituradora.

Esta máquina utiliza un proceso de alta presión para separar los huesos de lo demás produciendo una pasta rosa como la de la foto. En Inglaterra se pasó una ley que prohíbe que entren en estas máquinas la cabeza y la columna del animal, ya que contienen el sistema nervioso y el cerebro, sospechosos de ser la causante de la enfermedad de las vacas locas, o encefalopatía espongiforme. Con las mismas máquinas también se hacen hamburguesas de vacuno y de cerdo.

Dado que esta carne está infestada con bacteria por lo que se hasta hace poco se trataba con un químico derivado del amoniaco para matarlos: hidróxido de amonio  Este agente químico se utiliza para controlar el pH de los alimentos o como agente antimicrobiano en el caso de las carnes para reducir el riesgo de infección por E. coli, salmonella, etc.  Las autoridades sanitarias de EEUU han defendido y apruebado esta práctica ya que según ellos el amoníaco mata el e.coli, haciendo que la carne sea segura.

Después se añaden a la masa grandes cantidades de aroma artificial: el glutamato. ¿No te comerías un nugget con sabor a amoniaco, verdad? ¡Hay que engañar al paladar!. Según la OCU, los aromas artificiales incluidos en los números que van del E620 al E623, pueden ser tóxicos.Se suelen utilizar, aparte de nuestra masa rosa, en sopas deshidratadas, charcutería o croquetas congeladas. La OCU avisa que si se ingiere más de un gramo de glutamato al día, se puede llegar a sufrir el llamado síndrome del restaurante chino, que se manifiesta en problemas gastrointestinales, visión borrosa, dolores de cabeza, debilidad, diversas patologías, sudoración y enrojecimiento.

¿Y cómo quitan este color rosa chicle inquietante? Con colorantes que le dan su color blanco y estabilizantes para arreglar la textura. Ahora se obtiene la pasta que luego se puede utilizar para fabricar perritos, salchichas, salami y nuggets.

Hace un par de meses, el conocido chef y rebelde culinario Jamie Oliver emitió un programa en el que explicaba el uso de este químico en las carnes procesadas, metiendo carne y amoniaco acuoso en una lavadora para demostrar y denunciar su uso en la industria cárnica. Varias cadenas de comida rápida respondieron con spots publicitarios intentando demostrar que utilizaban carnes de alta calidad y no carne expuesta a este proceso químico. (video en inglés aquí).

Jamie Oliver también hizo un programa en el que prepara la famosa masa rosa en directo delante de unos niños para enseñarles cómo se fabrican los nuggets. Sus caras cambian de asco a alegría al ver los nuggets terminados, en este caso, Jamie falló en su intento de convencer a unos niños de optar por comida más sana. (video en inglés aquí)

Estos métodos se utilizan en muchas fábricas cárnicas a través del mundo y se siguen utilizando los químicos mencionados libremente en países donde no hay leyes que prohíben su uso. En EEUU tan sólo existe una ley obligando al productor de carne procesada mencionar en las etiquetas que la carne ha pasada por la famosa máquina trituradora.

El proceso que os he descrito hoy lleva años utilizándose, sin hacer mucho ruido, es más importante los beneficios económicos que la salud del consumidor, tanto para las empresas que para las agencias reguladoras. No es sorprendente que las cadenas de comida rápida lanzan campañas multimillonarias para contradecir clips que arrasan en las redes sociales exponiendo la verdad sobre la fabricación de la comida rápida. Sus secretos sucios deben olvidarse en cuanto antes, o no…

Yo sólo espero que os acordéis de este artículo la próxima vez que penséis llevar a vuestros hijos a un restaurante de comida rápida.  Es barato y los expertos la llaman comida basura por algo…
 

Karel Deprez, Quiropráctico - Palma