Nuevo curso. Por Aina Aguiló.
José Ramón Bauzá, presidente de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares, inició con una conferencia el nuevo curso de los Desayunos informativos de Europapress. El esquema es el clásico: media hora de intervención y media de preguntas del público. Si el evento hubiera sido un partido de fútbol la Educación habría tenido el 50% de posesión del balón.
Algo ha de tener la escuela que sigue ocupando entre tanta problemática por la crisis un papel importante en la intervención de un presidente autonómico y las sucesivas cuestiones que le plantearon a continuación. Las respuestas puede que gusten o no, pero al menos fueron claras y concisas: no existirán recortes en la Educación y se luchará contra el fracaso escolar desde todos los aspectos. En cuanto a la lengua –tan empeñados algunos en reducir la problemática de la educación a esta cuestión- la respuesta fue igualmente clara: en el curso próximo habrá libre elección de lengua por parte de los padres, y el modelo trilingüe se irá incorporando a nuestro sistema educativo.
El presidente de la C.E.O.E. Juan Rosell, que proviene de la presidencia de los empresarios catalanes, hace unos días comento que lo que le gustaría para toda la población es lo que le gusta y ha escogido para sus hijos: un modelo trilingüe. Personalmente creo que el modelo de tres lenguas, la dos lenguas oficiales en nuestra comunidad autónoma, más el Inglés es la opción óptima para preparar a nuestros hijos para el futuro del mercado de trabajo que les espera. Todo esto acompañado de una integración real de los estudiantes recién llegados de otros lugares de España y del Mundo. El modelo finlandés -tan de moda como ejemplo- prepara primero a este sector de estudiantes en cuanto al idioma y una vez aprendido básicamente se van introduciendo en el sistema educativo, a diferencia de cómo hacemos en España que amparados en una falsa integración lo incorporamos a las aulas, con el consiguiente retraso que supone para los demás alumnos y para él. Antonio Gala, al que no podemos atribuir un pensamiento de centro derecha, escribió: “«Confieso no saber casi nada sobre las leyes que rigen nuestra enseñanza, de cualquier grado que sea. Pero conozco sus escalofriantes resultados. Los alumnos de instituto son prácticamente analfabetos desinteresados por dejar de serlo. Brillantes universitarios, defraudados por su profesorado al que defraudan, escriben con absoluto desprecio de la ortografía y la sintaxis (no todo lo corrigen los ordenadores). Algo ha sucedido, supongo que también sociológicamente, para que los estudiantes, acaso desanimados por el desempleo, aprendan poco y mal. Las excepciones son, como siempre, a pesar de la legislación y de lo habitual. No deja de ser triste. Lo más triste».
Los cambios económicos, sociales y tecnológicos ocurridos desde la implantación de la LOGSE y las críticas hacia ella desde diversos grupos fomentaron la necesidad de una nueva ley que propiciará entre otros valores los de la cultura del esfuerzo y la disciplina en el aula y contemplara desde una perspectiva más actual el uso de las nuevas Tecnologías de la información y la comunicación.
En 2002 fue promulgada una nueva ley educativa, la Ley Orgánica de Calidad de la Educación (LOCE). Aunque poseía un carácter constructivista difería sustancialmente con la ley anterior en aspectos como la atención a la diversidad.
Esta ley promulgada por el gobierno del Partido Popular fue criticada por el siguiente gobierno del PSOE, que la sustituyó por la actual ley educativa española: la Ley Orgánica de Educación (LOE) que también ha recibido diferentes críticas y que no es más que una copia de la ya fracasada LOGSE.
No hemos de despreciar la mala influencia y el fracaso que ha significado la LOGSE –algo admitido por el actual ministro de educación sr. Gabilondo, y las leyes herederas de esta en el sistema educativo, que han propiciado: la cultura del pasar de curso sin esfuerzo, el incremento del fracaso escolar y el empeoramiento de los ratios de calidad del sistema educativo español.