¿Sabías que las fiestas de Navidad destacan por ser la época con más ataques al corazón, más accidentes domésticos y comas etílicos en urgencias y que llegado enero los abogados presentan más casos de divorcio que en cualquier otro mes del año?. Esta semana me siento generoso, te ofrezco la guía del superviviente festivo.

¿Cansado? ¿Irritable? ¿Indigesto? Alegría, alegría esta noche nace el niño y mañana me despierto con dos kilos más y una resaca memorable.

Si riegas tu espíritu navideño con alcohol y tónica, no es de sorprender que termines las fiestas con la sensación de que necesitas una semana más de vacaciones para recuperarte. Pero no todo son malas noticias…

En vez de conformarte con que cada mañana la aguja de la báscula indica más peso sin remedio, cambia alguna cosa para evitar la sensación que vas a reventar y evita así una indigestión después del atracón. Elige pavo, salmón, frutos secos y con cáscara (si los tienes que pelar, tardas más y comes menos) para la cena navideña, y evita salsas, nata y frituras. Luego date unos minutos antes de decidir si de verdad quieres repetir, la sensación de saciedad habrá tenido tiempo de llegar a tu cerebro haciendo más fácil declinar un segundo atraco a tu plato.

Comidas ricas en azúcar, como los polvorones, turrones y helados hacen que el nivel de glucosa en tu sangre sube de golpe para luego estrellarse a niveles más bajos que lo normal, provocando una sensación primero de hambre y luego de sueño. Si  no te resistes, ten en cuenta que los chocolates de alto contenido en cacao (60-70%) tienen mucho menos impacto sobre la glucosa en sangre que el chocolate con leche; más oscuro, mejor ya que a lo largo comerás menos.

No sería Navidad sin las campañas de la DGT y los controles de alcoholemia. “Tampoco lo sería sin un par de copitas”, estarás pensando. Beber alcohol nos relaja y nos hace más sociables, pero los limites son distintos para todos y la línea entre alegre y pesado  o incluso agresivo es fina. No existe cura para la resaca, sólo hay un remedio: beber en moderación. Aspirinas, zumos, granos de café… ningún remedio casero contra la resaca funciona. El agua es el mejor hidratante para tu cuerpo, por lo que es recomendado beberte un mínimo de medio litro antes de salir y otro antes de acostarte si te recuerdas, claro está. El dolor de cabeza y la sensación de tener la lengua como la suela de un zapato son debidos a la deshidratación que provoca el alcohol. Más agua que bebes, más hidratado, menos efectos secundarios. Beber más el día después, si te atreves, tampoco es un buen remedio. Sólo pospondrá la resaca para más tarde, es mejor desayunar bien para equilibrar la glucosa en tu sangre y beber agua, mucha agua. El alcohol merma tus niveles de vitamina B, lo que puede provocar altibajos emocionales. Asegúrate de comer un bol de cereales con vitamina B el día después de la fiesta.

Los gimnasios suelen estar a tope justo después de Reyes. ¡Adelántate! Empieza antes de las fiestas. Después de la comilona sal a dar un paseo en vez de colapsar en el sofá. Varios estudios han demostrado que el ejercicio aeróbico (caminar a buen ritmo o salir en bici) ayuda a reducir la grasa en sangre y pararla en su camino hacia tu barriga o caderas. No te pases tampoco, esto te podría provocar una indigestión y un corte de digestión, simplemente busca un ritmo al que puedes mantener una conversación sin tener la sensación que te falta aire.

La cena de empresa, las compras de último minuto en tiendas abarrotadas, gastos excesivos, complacer a los familiares, el qué dirán, todos pueden llevar a provocar estrés que a lo largo lleva muchas parejas a los juzgados para pronunciar sus divorcios exprés después de aguantar unas navidades cargadas de tensiones evitables. Todos sabemos que el tío de tu pareja es un pesado, que sus chistes son de fatal gusto y que con un par de copas demás es una autentica pesadilla. Pero no es culpa de tu pareja. Busca momentos con tu pareja que no son rodeados de niños, familiares o cenas.

Que tus problemas con las fiestas navideñas sean igual de fáciles de olvidar  que tus resoluciones de año nuevo.

¡Felices Fiestas!

Karel Deprez, quiropráctico - Palma