Un botellón igual a dos botellones
O sea, que a partir de este fin de semana entra en vigor la normativa que prohibe consumir alcohol en la vía pública de Palma.
Este fin de semana en el que falta una semana para las elecciones municipales.
Bien. No vamos a ser mal pensados. No vamos a pensar que el actual equipo de gobierno muncipal lo hace pensando que eso puede dar votos. ¡Que va!
Vamos a analizar lo que supone la implantación de esta norma, de momento aplicada solo al Paseo Marítimo de Palma, entre el Muelle de Pelaires y el Auditorium, lugar donde hace el botellón desde ya ni se sabe cuantos años.
Bien. Si se erradica el botellón de esa zona a golpe de multa, ¿qué puede pasar? Pues que los botelloneros se lo monten desde Pelaires en adelante, o desde el Auditorium al Moll Vell, lo que supondrá convertir un botellón en dos. O sea, que hasta hoy había un problema y a partir de hoy, habrá dos problemas.
Lo suyo sería buscar el lugar adecuado para el botellón, y no hacer lo que ahora, desvestir un santo para vestir otros dos.
P.P: