Más de cinco millones de parados y algunos más en España, léase, los que están en listas del Inem sumados a los que no lo están y trabajan en negro, más otros que subsisten gracias a las prestaciones por subsidio, luego los que ni cotizan ni son autónomos ni se sabe ni contesta acerca de su situación actual, porque nunca tuvieron ayudas o porque ya las hayan agotado, son los que cada día engordan más y más la gráfica de la catastrófica crisis.

Eso me lleva a pensar en una economía tan sumergida que bucea entre los abismos más profundos o que esas personas se sustentan gracias a otros miembros de “la familia” normalmente jubilados, a los que les bajan las pensiones y que encima ahora, en el albor de su vejez, todavía deben hacerse cargo de los hijos y también de los nietos. Es decir, que estos últimos apoyan una situación dramática casi insostenible en la que sólo unos once millones de personas aguantan a los 35 restantes de los casi cuarenta y siete que hay censados en nuestro país.

Ya hablé en un artículo anterior sobre el aumento de la cantidad de integrantes de lo que llamamos la “Generación Perdida” sobretitulados que no alcanzan puestos de trabajo con retribuciones aceptables en relación a su know-how. Por ejemplo, una compañera de profesión que trabaja en radio, produciendo un programa, cobra 300 euros sin incluir la gasolina (vive en Manacor y se tiene que desplazar a Palma para realizar el trabajo) al final, y si le hacen las cuentas mejor que se quede en su casa porque sólo en gasolina se deja el salario, cruel ¿verdad? pues esa es la realidad de nuestro sector. Todo eso contrasta con el precio de la vida, el agua, la luz, etc…que sigue subiendo y subiendo sin parar. Y no me olvido de los pobres y mis queridos autónomos que pagan cuotas altísimas a cambio de nada, más declaraciones de IVA e IRPF trimestrales que obligados a declarar las facturas antes de haberlas cobrado, les llevan a la bancarrota total.

Con estos datos, ¿aún nos sorprende la cantidad de familias integradas por una sola persona que hay en Europa? el 80% de la población de ciudades como París son unifamilas o singles entre (solteros, divorciados y separados sin hijos) así, nos damos cuenta que la institución en la que se apoyaba nuestra sociedad, “la familia” como  pilar para todo, tiende a desaparecer, es obvio que lo que no cambia es que todo cambia y hoy día, tener un hijo es impensable cuando una pareja con estos sueldos y gastos se encuentra casi en el umbral de la pobreza y luego, ¿nos llaman egoistas? mejor dicho realistas y consecuentes. En una sociedad en la que sólo puedes depender de ti mismo con tanta decepción emocional, amistosa y laboral ya me dirán ¿para qué liarse la manta y complicarse la existencia que ni siquiera podemos sustentar ni por nosotros mismos? pero viva San Valentín y el amor la solidaridad y la confraternidad que sólo recordamos por un día de entre 365!.

Menos mal que el actual Gobierno descartó los minijobs, trabajos a 400 euros que no daban ni para medio alquiler, ¿es ése el futuro de nuestros jóvenes? Si no podemos tener hijos y los que tenemos no podrán acceder a una vida digna, luego entonces, la reflexión que me queda es, ¿para qué cotizamos? si nadie sabe quién pagará nuestras pensiones.

En el ejercicio del típico individualismo europeo en el que vivimos la vida como ombligos del mundo, el resto nos importa muy poco mientras estemos bien, con un trabajo y buenos sueldos pues no observamos, compadecemos y nos apiadamos de aquelllos que no lo están. Miramos a otro lado, emitiendo un suspiro con voz en off que dice –menos mal que no es mi caso que de buena me he librado- y quizás sea el miedo, lo que nos lleva a la deshumanizante competitividad, aplicable en el más salvaje capitalismo que nos ha traído hasta aquí.

Y sigamos con las grandes diferencias. El otro día leía que la Unión Sindical Suiza (USS) propuso que la Constitución estableciera un salario mínimo de unos  3.300 euros al mes para garantizar una vida digna. Sabemos que Suiza es un sitio muy caro, pero dudo que paguen más por el tabaco que nosotros ni por la luz o la gasolina. Mientras, aquí nos prometieron no subir los impuestos tanto directos como indirectos y eso es precisamente lo que nos han hecho. Tenemos un Salario Mínimo Interprofesional (SMI)  de 640 euros, eso sí, matándonos a trabajar las 8 ó más horas diarias exigidas. Señores creo que las comparaciones son odiosas y más estas tan paradójicas pero como somos muy españoles y dentro de poco San Valentín, celebremos el amor  y vayámonos de cañas y vinos con los amigos para troncharnos de la risa al compararnos y luego lloremos nuestras desgracias en la más pura soledad resacosa. Por cierto, menuda vergüenza la que gastan los de Ryanair como su presidente cuando hizo gala de una falta total de empatía y solidaridad, mofándose ante los despedidos de la noche a la mañana de Spanair.

Con la Ministra de moda, por cierto, compañera mía de Colegio Mayor cuando estudié en Madrid y la Reforma Laboral más agresiva, me pregunto si en realidad ¿vamos a algún lado a corto plazo más que a más paro? y será el control del déficit el pago de la deuda contabilizada y la que no? y, ¿la que devolverá estabilidad y confianza en todos los ámbitos?. No está mal el intento para empresarios y a ver si reactivamos la circulación y eliminamos varices, aunque ya lo veremos.

Pero como decía Super Ratón “no se vayan todavía que aún hay más”, ¿qué opinan de las reiteradas manifestaciones de ciertos políticos en nuestra comunidad cuando expresan sin ningún reparo ante (los que les han votado y los que no) que no son una agencia de colocación?. Sí, esos que han salido con mayoría absoluta sin ganárselo a pulso pues la coyuntura les sirvió la victoria más aplastante en bandeja de plata como Herodes a Salomé la cabeza del Bautista a cambio de un solo baile.  ¿Cómo se puede tener tan poca sensibilidad?. El que se dedica a la política debe ejercer la diplomacia y el tacto y no debería permitirse la osadía de hablar en estos términos con una falta total de afecto y cercanía ante un pueblo extremadamente desesperado. Esas grandes distancias marcadas ante aquellos que les arroparon y a los que han abandonado, por la famosa ley de causa y efecto que estableciera Hermes Trismegisto en el "kybalion" hace ya 3.500 años, sólo traerán consecuencias negativas. Con lo fácil que es seguir siendo cercano, cariñoso y dejarse acompañar de la esperanza como hizo Pandora. Deberían y tal como manda la situación, hacer realmente de agencia de colocación o al menos aparentarlo y aprender de la humildad de Rajoy y su Ministerio de Empleo y dejarse de palabras feas, defensivas y ofensivas que nadie quiere escuchar en tiempos tan crispados. No es bonito pasar a la historia como los políticos que por austeridad colocaron a los suyos y arrasaron con el resto como el Rey de los Hunos, Atila,  aquel que tras su paso no dejara crecer la hierba ni nuevos brotes o, ¿es que se creen que seguir en barbecho traerá mejores opciones y confianzas?.

Esos mismos, deberían tener algún pepito grillo más que rodearse de pelotas, y establecer la crítica como sólida base, típica de los sabios como la de Kant en su “Crítica a la razón pura” cuando en la parte de “Estética de lo trascendental” habla de la sensibilidad, facultad indispensable para poder percibir la realidad del mundo, pues de otra forma, el barbecho no tendrá tiempo y sin siembra no habrá frutos, la gente seguirá decepcionada y tras elecciones recogerán el testigo otros pues cuando necesiten de la afiliación y del resto para seguir en el poder, les pasará factura como le sucediera a uno anterior con aquel famoso fichaje de una estrella de galaxia ajena que tan mal sentó. La historia suele ser cíclica, por eso es bueno estudiarla porque así puedes analizar los errores que no se deben volver a cometer. Y es mejor dejar un poso más galante y encomiable que toda esa rancia palabrería y cansina actuación. Quizás es que no llevan bien la crítica ni la usan de forma constructiva para ver otros prismas y ser más cautos, seguros y dinámicos o es que, ¿están demasiado mal pagados para el trabajazo que hacen? Al menos ellos como los funcionarios, están colocados y no por oposición sino a dedo como los que bailan el son de candidatos electos, dentro de maquinarias de partido que como demuestran poco viven la realidad de la calle, la universidad de la vida y la empresa privada.

Por Cristina Gamero