Con la misa rociera de hoy, domingo, se pone punto final a la Feria de Abril de Palma de Mallorca cuyo balance ha sido mas bien negativo, dado que no ha cubierto las expectativas. Menos casetas y menos gente, igual a crisis. O eso es lo que dicen algunos, probablemente aquellos caseteros que pensando prorrogar unos cuantos días más podrían, cuando menos, empatar la inversión hecha. Pero esa prórroga no ha sido posible. Por dos motivos: uno, porque la dirección de la Casa de Andalucía, promotora de la Feria,  no puede  prorrogar los contratos con EMAYA, la empresa de electricidad, seguridad, etc. Y dos: porque las distintas asociaciones de bares y restaurantes se les echaría encima, dado que la feria, para ellos supone una gran competencia.

Por tanto, hasta el año que viene. Pero, a lo que íbamos. A las doce de la mañana, con un sol de justicia y el recinto atiborrado de gente, dio comienzo la santa misa oficiada por el capellán de la Casa de Andalucía, oficio amenizado por las voces del coro recierto de la citada entidad.

Antes del ofertorio, tres jóvenes ataviadas con el traje de gitana, bailaron unas sevillanas delante del altar, y a continuación dos representantes de cada una de las provincias de Andalucía, además de la de Balears, se acercaron con cestas en las que llevaban los productos más típicos de cada una. Que entregaron al oficiante, el cual las fue depositando en el suelo.

La misa, que se prolongó por espacio de tres cuartos de hora, concluyó con el deseo de todos, que no es otro que el de volverse a ver el próximo año.A continuación, hubo una exhibición  de la policía local montada. Cabe destacar las ausencias. Ni asistió la alcaldesa de Palma, ni nadie de su equipo.Tampoco asistió ningún representante del PP, cosa que no había sucedido en ningún año.Ya ni les cuento del PSM, ER y demás formaciones.Sí asistió Grosske, regidor del Ajuntament de Palma, lo cual nos llamó poderosamente la atención, ya que en su momento se opuso a que Palma tuviera una feria de Abril y… bueno, pues que también es ateo. Pero sí, estuvo acompañado con la representante a la alcaldía de Palma en las elecciones del 22 de los corrientes. Y es que debió de pensar que lo uno nada tiene que ver con lo otro. Que una cosa son las creencias y otros que hay que estar ahí.

Naturalmente, tantas ausencias, no gustaron. Porque se puede ser ateo, agnóstico, o de otro planeta, pero nunca irrespetuoso. Y no asistir, y encima no mandar a nadie en representación, es una falta de respeto.  Sin embargo,  la noche anterior sí que se vio a más de uno del PP –los candidatos a la presidencia del Govern y a la alcaldía de Palma- recorriendo casetas afines, ya que a las del PSOE no las pisaron.

Así, pues, adiós feria de Abril de Palma, adiós. Que el año próximo sea más beneficioso que el actual. Que dichosa crisis… aunque también cobrar dos euros por un cortado influye a que la gente no acuda.

Pedro Prieto