Aunque, como profesional de la comunicación en redes sociales, no se me ocurre una razón para que alguien quiera “desaparecer” de las plataformas de comunicación social, para mi es borrar una vía de comunicación muy interesante, hoy voy a centrarme en esas personas que por una razón u otra no quieren que su vida sea husmeada por amigos, familiares o jefes en Facebook.

Aunque no es tan difícil como darse de baja del registro eclesiástico,  tampoco podemos decir que sea precisamente fácil desaparecer de Facebook, cuando menos será engorroso, hay que tener en cuenta que su objetivo es captar almas, por lo tanto, será muy fácil entrar, y algo más complejo salir.

No es fácil e intuitivo localizar el botón de “salida” (cuenta, configuración, desactivar la cuenta) y tampoco se puede considerar un verdadera salida, si no una desactivación, ya que Facebook avisa de que aunque desactives tu cuenta, tus amigos podrán seguir invitándote a eventos, etiquetándote en fotos o podrán pedirte que te unas a grupos.

Cuando finalmente localizar el boton y pinchas “Desactivar cuenta” aparece una especie de chantaje emocional… “Si te vas, tus amigos te echarán de menos”, con fotos y todo! Solo falta una musiquita lacrimógena…

Además de las fotos de “tus mejores momentos” feisbukeros, se nos muestra una lista de razones por las que nos queremos alejar del universo “caralibro”, elijas la que elijas hay una respuesta, una solución, solo falta un gran rótulo que diga “POR FAVOR NO TE VAYAS”.

Antes la salida definitiva, Facebook dice: “Puedes reactivar tu cuenta en cualquier momento iniciando sesión con tu correo electrónico y contraseña, siempre que tengas acceso a tu dirección de correo electrónico de inicio de sesión actual. Pero la categoría de administrador de grupos y eventos no se restaurará automáticamente tras la activación.”

 Esto significa que la cuenta queda latente, no estás, pero tus datos y archivos quedan en la base de datos de Facebook por si vuelves. Yo no me quiero ir, pero si algún día quisiera, sería duro romperle el corazón a esos amigos, de las fotos, que me van a echar tanto de menos.

Mi consejo, mejor no te des de baja, así evitamos enfados y malas energías, solo aprende a usarlo de un modo productivo y discreto, pensando 2 veces antes de compartir algo, que viene a ser como contar hasta diez antes de hablar, ten en cuenta que te encuentras ante un gran auditorio de personas que pueden opinar diferente o sentirse ofendidas con tus publicaciones. Cuestión de sentido común…

Paqui Pedrosa