Ayer por la tarde fui al entrenamiento del At. Baleares, mi equipo de toda la vida;  desde son Canals, de lo cual ya ha llovido mucho. Sí, desde bastante antes de que  fueramos al Estadio Balear, en cuya inauguración cayó lesionado el gran Crepí; un estadio que tenía  un marcador patrocinado por Calzados Gorila, y en cuyo equipo  aquel peruanito llamado Mosquera, marcador y jugador que inspiraron aquellos ripios de "Con las moscas del gorila y los goles de Mosquera, el At. Baleares a primera".

Todo se andará. Poco a poco. Este año el  At. Baleares prepara su asalto a la Segunda División nacional, donde seguramente nos encontraremos la próxima temporada con el Mallorca. Por eso, lo de Primera puede esperar.

Ayer me di cuenta de que hay equipo -las tres últimas incorporaciones han sido  Diop, Angulo y Thiago-, hay afición, sufrida pero fiel, con gente joven entre ella y, sobre todo, hay un proyecto basado en una realidad tangible: un equipo saneado y voluntad de hacer las cosas bien. Con todo eso, a nada que eche a rodar el balón y la suerte acompañe un poco, vamos a vivir muchas tardes de gloria.

Además, por lo que vi y me contaron los viejos del lugar, este año las cosa se están haciendo mejor que en la temporada  anterior, en la que se vio que de haberla planificado mejor, tal vez otro hubiera sido el resultado final. Pero no importa. Entonces se sembró y en éste lo más probable es que recogerá. No hay prisas porque las cosas se están haciendo bien.

Me llamó la atención, además, ver que gran parte del esqueleto directivo y técnico está compuesto por mallorquinistas mal tratados por el Real Mallorca. Personas que vistieron y sudaron esta camiseta, o que presidieron esta entidad, pero que sus mentores actuales no han sabido corresponder ni al sacrificio ni al esfuerzo que por esos colores llevaron a cabo, aunque ¡alla ellos! Ninguno ya piensa en el pasado sino en el presente y en el futuro, y ambos son de color blanquiazul. Y lo bueno es que los baleáricos de toda la vida no solo los han aceptado sino que están con ellos a muerte, entre otras cosas porque han visto que únicamente buscan elevar a lo más alto al club de la Vía de Cintura.

Pues en esas están, en esas estamos todos.