Christian Völker es alemán, de Hamburgo, pero da la impresión de que es más inglés que alemán. Es, como saben muchos de ustedes, uno de los más importantes empresarios de la inmobiliaria que hay hoy en dia. Engel & Völkers. Y encima vive muy a gusto  en Mallorca. Y eso es por dos motivos. "Porque mis padres viven en la isla desde hace 50 años, y porque antes de vivir aquí tenía divididas mis dos grandes pasiones, la isla y los caballos. Si estaba en Mallorca no estaba con mis caballos, y si estaba con ellos no estaba en Mallorca. Así que hace veinte años decidí establecerme aquí  con lo que consigo tener a mi lado isla y caballos. No puedo pedir más".

Christian nos recibe en su casa, Son Coll, en Port des Canonge.

Es un paraíso.

Desde la terraza, bajo el porche, se divisa el mar que baña la Serra de Tramontana. Y si bajas un poco la vista, contemplas ordenados viñedos rodeados por una limpia vegetación que se pierde hasta donde alcanza la vista. Ecología pura, vamos.

Con Christian no hablamos de casas bonitas y caras, o de lo que ha pagado tal o cual por tal o cual mansión. Aparte de que eso para él es confidencial, le debe de aburrir, pues su pan nuestro de cada dia  es vender y comprar  propiedades de cierto nivel. De todo modos, y en este aspecto, nos quedamos con una frase que da que pensar:

"De unos años a esta parte -dice-, notamos que van descendiendo las visitas a la isla de aquellos posibles compradores de propiedades más de diez millones de euros. Ahora van al sur de Francia, Alemania o Inglaterra. Y eso es una alarma que ha comenzado a sonar que debe de preocuparnos"

Oído, pues. Es la voz de la experiencia. En Mallorca ya no solo se vende poco, sino que los grandes compradores miran hacia otros mercados. Todo porque a lo mejor la oferta de la isla ha dejado de interesarles. Podría ser. Hoy vienen más turistas que en los últimos años, pero turistas sin apenas poder adquisitivo. Turistas de todo incluido, de sol  y playa, que a la larga, en agua simplemente, gastan más que lo que se gastan en viajes, que encima los abonan en sus países. Porque aquí bien poco gastan.  Eso unido a la suciedad que generan, al ruido, al alboroto, etc. hacen que este paraíso, a ojos de muchos que antes lo valoraban, vaya perdiendo peso.

-¿Solución?

-Buscar otras ofertas.

-El polo, por ejemplo.

-¿Y por qué no?

-Convénzame que el polo puede traer turismo de calidad.

-El polo es un deporte, ante todo, familiar. Hay familia europeas que juegan a polo.  Que viajan a donde hay clubs de polo. Que gastan mucho más que el turista de playa… Son personas que suelen ir a hotel de cuatro y cinco estrellas, que alquilan coches, que almuerzan y cenan en buenos restaurantes, que no crean problemas a nadie y que sentaren a otros amigos aficionados también al polo.

--A polo se juega en Sotogrande y, efectivamente, allí va un turismo de mucha más calidad que aquí, turismo que juega a polo o que le gusta el ambiente del polo.

-Efectivamente. Pero hay una diferencia importante entre Sotogrande y Mallorca. Y es que si allí, si no juegas a polo o a golf, no tienes otros alicientes. Tampoco nada que ver su mar con el de Mallorca, por ejemplo. En cambio, aquí, lo tienes todo. Si no juegas a polo puedes jugar a gol, si no navegar, sino ir de compras o visitar lugares emblemáticos.

-Naturalmente, hay un problema. Que aquí no hay campo de polo.

-Sí. No hay campo. O mejor, no hay club. Y eso es fundamental. Un club, con dos campos, uno para entrenar, otro para jugar, con caballerizas para los caballos, unas casas donde se hospedaran las familias que vinieran a jugar…

-Hubo un intento de crear uno en Campos.

-Sí, pero unas veces por el Govern, otras por el Consell y otras por el Ajuntament, no fue posible. Y es un a lástima, pues era una buena idea. Quien lo quería construir es jugador de polo, con unos hijos que también jugaban a polo, y que tenía amigos en toda Europa y, sobre todo Argentina, que es donde están los mejores jugadores de polo del mundo, que hubieran venido a jugar, a la vez que hubieran traído a otros. Pero no fue posible. El hombre fue como una pelota de tenis de un organismo a otro.

-¿Usted cree que ahora mismo, en el caso de que el Govern, Consell y Ajuntament entendieran que el polo puede elevar el nivel turístico de la isla, con otro tipo e turismo, por nato que colaborar, abrían empresarios dispuesto a  crear ese club de polo?

-Por supuesto que los hay. Yo mismo. Y otros. Pero yo mismo. Tengo muy claro como sería ese campo donde lo construiría, zona de Llucmajor, por lo llano que es su terreno, y a los caballos, aparte de los que tengo, entre ellos un semental, los traería desde Argentina…

-Eso debe de ser muy caro.

-No crea. Un caballo para polo puede costar 5000 dólares y traerlo en avión, 4000. Pero lo de los caballos sería la segunda parte de este proyecto. Primero, construir el Club, luego traer caballos y hacer un criadero de estos en Mallorca. ¿Sabe? Las estadísticas dicen que el diez por ciento de la manada es buena para el polo; el resto puede quedar para montar a caballo o  para aprender a jugar. Naturalmente, además del atractivo que sería para los jugadores de polo europeo,  contar con un club aquí, en Mallorca, que encima está muy bien comunicada con Escandinavia, Alemania, Bélgica, etc., que es donde se juega a polo, significaría crear empleo,  ya que, entre otros trabajadores, se necesitarían camareros, asistentes, cuidadores de caballos, entrenadores, encargados de caballerizas, jardineros, cuidadores de las casas. Además…

-¿Qué?

-Mire. El campo para jugar a polo requiere solo un buen césped, que esté muy cuidado y pocas cosas más. Bueno, si: cuidarlo.

-Y contaminación, cero, supongo

-Si. Nada de contaminación, sino todo lo contrario.

-¿Qué precisa una persona para jugar a polo?

-Saber jugar, claro. Un casco, un stick, unas buenas botas y unas defensas para las rodillas.

-¿Como funciona, por categorías…?

-Por handicap. De Menos dos  a diez. Yo tengo el dos. De diez, en el mundo solo hay---. Todo son jugadores argentinos. Por eso es conveniente que en cada equipo hayan jugadores argentinos, ya que ayudan a que subas el handicap

-¿Hay algún calendario de polo en Europa?

-Mire, en Europa se suele jura de primeros de mayo a finales de septiembre. Luego se para todo a causa de la nieve cosa que no sucede en Mallorca, que sería cuando se jugaría, lo cual abriría la puerta al turismo de invierno de calidad. Aquí, en invierno, no llueve mucho y no hace frío, si lo comparamos  con el del norte de Europa, hay buenos restaurantes, hoteles y una serie de alicientes, lugares a conocer, etc.,  que la hacen atractiva.

Pedro Prieto

(Texto y fotos)