Partido a beneficio de los habitantes de  Tilloli (India)

Se ha disputado en el campo de s’ Arrabal, de Palma de Mallorca, un partido de futbol, denominado  "Xuts d’ alegría", a beneficio de los  habitantes de Tilloli (India), y muy espacialmente a sus escolares, ya que los beneficios conseguidos van destinados para construir un internado y una escuela.

Jugaron músicos contra artistas, y viceversa. Bueno, jugaron. Cada uno hizo lo que pudo, lo cual es muy meritorio. Algunos, como Diabéticas aceleradas, pasaron de uniformes y vistieron sus galas de Matanceres: falda larga y rebocillo. Otros fueron a su aire. Y otros, ni eso. La malo es que al día siguiente más de uno va a tener problemas a la hora de levantarse. Pero que todo sea por la causa.

El arbitro fue Antonio Tarabini, sociólogo y fumador empedernido, pues durante el partido se fumó dos pitillos. O tres. Hay que decir que no tiene ni idea de arbitrar, y encima hace lo que le da la gana. Por ejemplo: dejar que en cada equipo jueguen quince jugadores, o que cuando se lance un penalti se pongan media docena de jugadores del equipo castigado en la portería.  O que si el que lanza el penalty falla, que lo lance otra vez. O las que sea. Para colmo, dos de sus cuatro liniers no le ayudaron mucho que  digamos.

El ex alcalde Joan Fageda, hoy senador, se empeñó en señalar fuera de juego a cada jugada que tenía lugar por su zona. Y si alguien le protestaba, le decía que “las protestas por ventanilla debidamente registradas”, y… ¡Uf, qué desastre de juez de línea! “¿Qué quieres que te haga, tío? –declaraba al final- Es que si no me lo monto así, me aburro. ¡Ah! Y las reclamaciones al maestro armero..”. Y la ex alcaldesa,  Catalina Cirer, pues lo mismo. Se encasquetó los auriculares para escuchar el Mallorca-Villareal y pasó del partido que tenía lugar delante de ella.  Ya digo, ¡un desastre! Con decirles que hasta se rumoreó  Villar tenía que ver con este asunto. Que puede… dicho sea  con el presunto por delante.

Retransmitió el encuentro la vedette Vivian Caoba, y lo hizo desde el mismo césped corriendo –es un decir, claro- detrás de los jugadores. No lo hizo mal… salvo que también fumó y bebió …y que estuvo muy pendiente de un chico de la grada al que nombre Mister Grada.

Sentado en la banda estaba otra matancera, Pep Noguera, que no jugaba “pues –dijo- mañana me ponen el tornillo que me falta… en la pierna”. 

El bueno de Pep no entendía “como  es posible que ahí haya treinta tíos corriendo detrás de una palota, y cuando la pilla uno le pega una patada y… ¡Venga, a correr otra vez! La verdad es que no lo entiendo. Como tampoco entiendo que las otras dos matanceras no se esconden de una vez el balón  entre las faltas, como les grito desde aquí,  y se lo llevan a casa y así yo se lo regalo a mi sobrino el día de su cumple”

El partido, de cuyo saque de honor se encargo la alcaldesa, Aina Calvo,  terminó 2-3 a favor de los  músicos. Pero el resultado es lo de menos, igual que la actuación del colegiado y de la forma como este permitía que lanzaran los penaltis… Lo importante fue lo que se pudo conseguir para los niños de Tilloli.

Y para que no faltara de nada, al final, todos duchados y peinados, se unieron a los espectadores del match y juntos, bajo los pinos donde se estaba como Dios de bien,  se comieron una torrada que para que les cuento.

P. P.