Gran Sol son los ganadores absolutos del concurso "SonoPalma 2010", organizado por el Ayuntamiento de Palma y la Feria del Disco. El premi consiste en la grabación de un larga duración, que ya están preparando, y una série de conciertos dentro del programa ARTISTAS EN RUTA. Fueron invitados como teloneros de Najwa Nimri el apsado 15 de abril en el Cultura Club, obteniendo muy buenas criticas.

Gran Sol nació de las cenizas de Demonio Sánchez, un grupo que se convirtió involuntariamente en nombre de culto al desaparecer en el mar su cantante, Toni Pujalte, una mañana del invierno de 1993. Dieciséis años después y totalmente por azar, como ocurren las grandes historias, Demonio Sánchez se reunieron una vez más sobre el escenario al aceptar la invitación del Festival Malafama. A pocos se les pasó por la cabeza que ésa sería la única ocasión. Esa noche, Sebastián Rosselló, Rafael Adrover y Emilio Navarrete estuvieron acompañados por varios cantantes amigos (Jordi Herrera de Satellites/The Marzipan Man y Pascale Saravelli de Vacabou), pero en el fondo sabían que necesitaban a alguien que marcara un definitivo nuevo inicio. Alguien que, ante la imposibilidad de exorcizar el fantasma de Pujalte, les permitiera llevar su música hacia un nuevo terreno. Fue entonces cuando apareció Noemí Garcies.

Garcies posee una de esas voces bien entrenadas que hacen que la mayoría de cantantes se sientan intimidados, una voz elegante y sensual, con un hálito de cantante de jazz. Y además toca el ukelele. Con ella al frente y bajo un nuevo nombre la música del grupo ha tomado un rumbo insospechado: Jane’s Addiction y Antonio Machín han desaparecido del recetario aunque esa vieja y retorcida melancolía mulata sigue ahí, entrelazada con desarrollos atmosféricos que cabalgan entre el Trip Hop y el post-punk de los 80s, la sensualidad del jazz e hirientes balalaikas. No hay más regla que la pasión y la libertad.

A ratos te recuerdan los westerns apocalípticos de Nick Cave y sus Bad Seeds, siempre dispuestos a descargar sobre nuestras cabezas una tormenta tremenda. Un segundo después piensas en PJ Harvey, una Polly Jean acompañada por Portishead, si no un Tom Waits femenino cantando junto a unos Massive Attack orgánicos y descarnados. Todo ha cambiado para que todo sea lo mismo: sigue ahí todavía ese sentido trágico de la vida, algo muy nuestro, muy de frontera, ya sea la que separa dos mundos completamente distintos o la que separa el puerto del mar. Gran Sol toman su nombre de uno de los caladeros más abundantes del Atlántico Norte. Ahí se forman unas tempestades temidas por su ferocidad. De nuevo, su nombre tiene algo de premonición, como si quisieran dejar claro que el viaje no será fácil, que habrá que hacer frente a todo tipo de inclemencias, pero que si uno resiste las embestidas del mar puede que vuelva a casa con la piel curtida, la superación en el alma y su recompensa.
A ellos el mar les quitó. Ahora quizás haya llegado el momento de que les devuelva.

GRAN SOL: