Es cierto eso que muchos de Occidente miran a Oriente y su espiritualidad. Varios amigos lo dejaron todo para refugiarse en las necesidades interiores del espíritu en India o Tailandia, quizás algunas creencias no han sido suficientes para conformar el alma de aquellos que sienten que hay algo más y que en ésta vida podemos realizar el “tao” o camino, de una manera más bella, digna y bondadosa que  la que practica la inmensa mayoría en nuestra sociedad.

Aquel que sigue el “Tao” dicen,  sigue el orden natural de las cosas, no buscando la mejora de la naturaleza o legislando la virtud para terceros. Observa el wu-wei o la inacción de la misma forma que el agua busca y encuentra su nivel apropiado sin esfuerzo. Este camino incluye la purificación de uno mismo a través del control de los apetitos y las emociones, lo cual se logra parcialmente a través de la meditación, el control de la respiración y otras formas de autodisciplina.

Si lo piensan bien, la diferencia entre vida y no vida, viene determinada por una necesidad vital básica, la respiración. La acción de inhalar y exhalar, es algo tan sencillo que nadie necesita maestro o escuela para aprenderlo pues nos sale por defecto. Si esa es la diferencia entre vivir y no hacerlo, luego entonces, es ahí dónde se esconden los vitales secretos?.  Debemos analizar un poco más detenidamente y preguntarnos también, si realmente nos hemos parado a pensar en si respiramos bien. Usamos la respiración como toca?  Sabemos controlarla para sacarle el máximo rendimiento y los mayores beneficios para nuestro organismo? Somos capaces de dominar nuestras emociones? Y qué pasa con nuestro sistema nervioso? que nos juega tan malas pasadas!.

Me rio cuando comento que somos un manojo de nervios y de hormonas y no me equivoco, pero no es tan sencillo, también somos seres mentales. Cuando llegaron los galeones españoles, aquellos indígenas atisbaron cabezas humanas que se movían dentro de la nave pero la dilucidaron como un todo completo, es decir, como un ser homogéneo. Eso explica quizás que vemos con el cerebro y que lo que no conocemos, no lo entendemos. Sentimos y procesamos todo lo que nos llega de fuera con la mente y la mente es tan poderosa que recrea lo que se le antoja, capaz de reír y llorar ante las mismas cosas. Fíjense en los que se apenan por el vaso medio vacío y ahora detengan su pensamiento en los otros que se alegran viéndolo medio lleno. Luego, acuérdense de los que se curan gracias a un placebo. Si el Universo es mental, entonces todo es mente.

Sabemos que si nos dejamos incordiar por el estrés mucho tiempo, generamos cortisol,  tan horriblemente malo para nuestro cuerpo. Si a través de la inducción a la calma, la mantenemos y conseguimos dominar el estrés, dejamos de generar cortisol. Entonces, si hay ejercicios para adquirir la concentración y la tranquilidad que nos trae esa paz necesitada, por qué no los hacemos?

Ya no hay excusas. Dejemos de ser absurdos. La gran mayoría está muy concienciada ya y más informada aún, sobre todo lo que nos brinda bienestar y salud. Dejamos de fumar, practicamos más deporte que antes y en Occidente, ponemos de moda lo que siempre ha sido tendencia en Oriente, la meditación y la auto sanación, a través de ciertas técnicas, entre ellas, la respiración. He podido comprobar que los resultados son mágicos para el cuerpo. Desaparecen las tensiones, acude el relajamiento  que nos induce al sueño profundo, el buen descanso, responsable de la reparación de todas nuestras células que nos conservarán más fuertes y jóvenes por más tiempo. Parece lógico y sencillo, entonces por qué no lo practicamos asiduamente?

La vida moderna no nos invita a la reflexión sobre cosas tan llanas como ésta. Hazme caso, sólo tienes que sentarte cómodamente, cerrar los ojos, mientras respiras de forma pausada y acudes a algún ejercicio de respiración o meditación,  de repente, te abstraerás de todos los problemas, las contracturas pasarán a la historia y notarás como la energía y la luz inundan tu cuerpo, te llenarás de luz, la que luego iluminará y compartirás con el resto. De verdad que funciona, te lo aconsejo!

Por Cristina Gamero