Por lo visto, tras una oleada de materialismo le sucede una de espiritualidad. Si observamos la actualidad mundial, nos daremos cuenta que la crisis económica, los conflictos en el Norte de África, Irán, las Coreas, el movimiento internacional de “Los indignados”, las corrupciones descubiertas por todos lados, hasta en familiares de la Casa Real y las teorías de las conspiraciones que cada vez parecen más certeras, me hacen pensar que algo anda muy mal y está a punto de estallar. La gente está gastada de engaños y verdades a medias y sobre todo harta de que subestimen su inteligencia y la anestesien con partidos de fútbol, Belenes y no de Navidad y televisiones que sólo hablan de cotilleos ajenos y entretenimientos necios. Imaginan algo más enajenante?

Por otro lado, no me gusta meterme con las creencias religiosas porque practico el respeto absoluto hacia casi todas, y digo “casi” porque excluyo aquellas facciones que van en contra de los derechos humanos, como los radicalismos que consideran a la mujer un ser inferior, ser inferior? superior? Acaso no es patrimonio de todos eso del “ser humano”? luego si hablamos de género, entonces ya entraremos a distinguir hombres de mujeres pero con mismos derechos y obligaciones, que como dijo Simone de Beauvoir “el problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres”. Ellos escribieron la historia y las relegaron a un ostracismo casero que hoy gracias a la falta de tanta necesidad de fuerza bruta, parece resuelto en Occidente al menos, aunque aún nos falta educación y conocimiento para superar los complejos. Sigo parafraseando a la que fuera pareja de Sartre “la naturaleza del hombre es malvada, su bondad es cultura adquirida” pues a ver si nos culturizamos un poco más todos y practicamos la bondad y el amor predicados por el más grande de todos los tiempos, Jesucristo.

Ya que celebramos la Navidad y el nacimiento de uno de mis personajes históricos preferidos, Jesús de Nazaret, le dedico este espacio. Para mi la máxima representación del Dios hecho hombre, “el hijo del hombre” como se hacía llamar que nació en tiempos oscuros, llenos de revueltas, imposiciones y necesidades  al que vino a dar luz y ha trascendido hasta hoy.

Ha habido muchos otros seres iluminados como Krishna, Mithra, Attis… Jesucristo es el que trajo el cambio de aquellos que en tiempos de Moisés adoraran al “vellocino de oro” para instaurar la Era de Piscis, de ahí que se le represente con un pez y no serán casualidad, tantos milagros con peces y sus correspondientes alusiones canónicas y apócrifas. Jesucristo fue un evolucionado de su época, un ser fascinante, superior y elevado espiritualmente, descendiente del linaje davídico más puro y al mismo tiempo, el más humilde que cumplió todas las profecías en él y se dejó humillar brutalmente,  en un acto de amor profundo. Admiro todas y cada una de tantas enseñanzas concentradas en una única existencia. Su legado es tan grande que aún ni siquiera hoy, podemos alcanzar a entender su profundo calado y ahora que se acerca el momento del “fin del tiempo del no tiempo” en el que el mundo está teniendo contracciones con toda ésta inestabilidad en la que vivimos, parecen preludio del alumbramiento de una época maravillosa anunciada que nos hará entrar de lleno en la Era de Acuario.

Los discípulos le preguntaron a Jesús hasta cuándo estaría con ellos, él les dijo que los acompañaría hasta que una vez que entraran en la ciudad y vieran al aguador que vierte agua con el cántaro y entraran en su casa.  Tal vez, ésa fuera una buena metáfora para definir nuestra época y la llegada de la Nueva Era, la que sucederá si cada corazón acepta esa iluminación y la lleva hasta su última consecuencia. Para mi el 2012 quizás sea el fin de la Era de Piscis, el final del mundo conocido hasta ahora como tal, insolidario, injusto y patético.

No por casualidad me pusieron Cristina que significa ‘seguidora de Cristo’ por el que siento la más absoluta devoción y me considero practicante de su legado, aunque a veces mi ego se interponga. Si miramos al pasado, es curioso que muchas religiones hayan usado el nombre de "Dios" para cometer una de las máximas prohibiciones que recogió Moisés en las Tablas.  Es aún más atrevido pensar que cuando decimos ‘Hosanna’ muchos no sepan que significa libertador y que así llamaron a Jesús sus coetáneos, cuando le recibieron como tal. Él que había llegado con los zelotes para salvarles del yugo Romano, fue denostado por los judíos porque se desilusionaron al ver que no cumplía sus deseos libertarios. Aquellos no entendieron la verdadera revolución que Cristo vino a enseñarles que no era prescindir de los Romanos, sino la revolución interior, la de la buena noticia, la que anunciaba la vida eterna.

La espiritualidad, la religiosidad, la tradición que a veces impera ante ellas, cada uno la vive como entiende, como siente o como quiera. Para mi lo importante y con lo que me quedaré siempre, es poner en práctica dos de las más grandes enseñanzas de Jesús “amar a Dios sobre todas las cosas” y “ amar a los demás como a nosotros mismos”. Si todos practicáramos el respeto y el amor absoluto que él nos donó, a la naturaleza y a todos los seres animales, vegetales, minerales, así como a los demás, el mundo cambiaría 180º, sería más solidario y más justo, y no le haríamos a otros lo que de verdad no deseamos para nosotros y evitaríamos la acción y reacción perversa o lo que conocemos por karma. A ver si nos aplicamos un poco y seguimos todos y sin excepción su solidaridad, entrega, bondad y amor que salvo lo que muchos mal educados y osados piensan,  no es de tontos sino de magnánimos.

Feliz Navidad!

Por Cristina Gamero