Carmen Martínez Bordiu, su marido, Jose, y la hija que tuvo con su segundo esposo, el anticuario francés, Jean Marie Rossi, Cynthia, pasan unos días de descanso en la casa que ella posée en Andratx.

La primera en llegar a Mallorca fue ella; al día siguiente fue vista en el aeropuerto esperando a su marido, y por la tarde llegó su hija con unos amigos.

Carmen viene a Mallorca desde que era niña.

Recuerdo que las vacaciones las distribuían en dos partes, primero en Capdepera, en casa de los March y a continuación en la zona del Casino, en casa de los Barreiros, a donde también fue  ya casada con Rossi.

A Andratx la descubrió posteriormente. Primero pasó los veranos alquilando la casa y últimamente en la casa que ha adquirido en las afueras del Port.

Por norma general, suelen salir a navegar todos los días en la barca de Jose, la  TQ, matriculada en Santander. No es muy grande, pero suficiente para que todos se acomoden en ella sin muchas estrecheces.

Así pues, pasada la una del medio día, van llegando todos. Sin prisas, suben a bordo. A Jose se le ve cargado con  una nevera. Por cierto, se le ve algo más delgado, pero, muy a pesar de NaturHouse, anda todavía muy distante de la figura ideal. Todo será cuestión de tiempo, pensamos. Pero sobre todo de voluntad, aunque con la mariscada que se estaban comiendo la otra noche en una restraurante del Port d' Andratx, el régimen peligra.

Otros días salen a navegar madre e hija juntas, y solas, pues Carmen patronea la lancha. No van tan lejos, pero van. 

En cualquier cala, de las muchas que hay en esa zona, se paran, se bañan, toman el sol, almuerzan, y a media tarde regresan a puerto. 

Por lo que se comenta, van a estar todavía hasta principios de la próxima semana.

Pues bienvenidos a Mallorca y feliz estancia.

Fotos: Michel's 

Texto: Pedro Prieto