Pedro Andreu y su “ Secadero de iguanas”
Una amiga “cultureta” me habló de la poesía de Pedro Andreu con grandes lotes de admiración al comentar su obra. Me sonaba ese apellido propiedad de alguna compañera de la EGB pero hasta la fecha, ninguna otra referencia sobre este escritor Balear. Y en ese “inconsciente colectivo” Jungiano en el que según dicen, estamos todos conectados y que está de lo más bien representado en el plano virtual, decidí sumergirme en la red e ir en su búsqueda. Me concedió amistad, chateamos y poco a poco creamos un vínculo amistoso. Recuerdo haberle sugerido unas cañas, en plan cita a ciegas con mi amiga para que se conocieran, pero muy educadamente dio largas a su ego haciendo gala de un magnífico y exquisito respeto hacia su pareja, ante lo que sólo pude quitarme el sombrero brindándole un “olé” sincero y un pensamiento positivo a compartir con las que ya han perdido la fe en los hombres y decirles que la recuperen que aún quedan caballeros.
Pedro Andreu es el diez de la espontaneidad, regurgita y vierte palabras, versos, estrofas, con una facilidad pasmosa en su perfecta escritura, dulce, alegre y repleta de guiños. Es de esos como dijo Confucio que trabajan en algo para poder vivir y siguen el curso de su talento, alimentando el alma para tener algo hermoso por lo que vivir. Es un diamante ya pulido en la más difícil y completa de todas las disciplinas artísticas que ya ha publicado relatos y poemas en varias antologías y revistas literarias aparte de cuatro poemarios: “ Partida entre canallas” XII Premio Nacional de Poesía Blas Otero de Madrid, 2001 “Anatomía de un ángel hembra” “ A quemarropa” y “El frío” VII Premio Café Mòn, Sloper, Palma 2010.
Y decidí dedicarle este espacio como no podía ser menos porque para su información, reciente salió publicada su ópera prima en narrativa “El secadero de iguanas” Portals Editions, 2011. Con ella ganó el I Certamen Internacional de Novela Fantástica en 2010. Se puede adquirir en Literanta o encargarla en cualquier librería en Palma dando el nombre de la editorial.
Con esta novela Andreu trata de enganchar al lector desde la primera frase consiguiéndolo fácilmente para arrastrarlo a un desconcertante mundo del que no se puede escapar. Quiere que el lector tiemble mostrándole personajes tan vivos que duelen, con un ritmo que no deja respirar y circula entre opuestos: amor/odio, pasión/contención, azar/destino, felicidad/tristeza, vida/muerte. Muestra la búsqueda de los posibles significados de la vida y la muerte, de la esperanza en medio de la hostilidad y de la belleza de la tragedia de estar vivos en un planeta que da vueltas sin sentido hacia el corazón de la nada. Es un canto al individuo y a su capacidad de adaptarse y reponerse al desastre otra vez sin deshumanizarse. Un guiño al “mito de Sísifo” feliz a pesar de su eterna condena, su única intención es emocionarnos entre sus páginas...
A Pedro le encanta el color de ciertos ojos, el sonido áspero de una aguja en el vinilo, durante el silencio que aparece en la noche, entre canción y canción. Se perdería por Canindeyú (Paraguay) en plena América latina en su estado más puro, con todo lo bueno y malo que eso conlleva. Le gustaría no morirse de sueño todas las mañanas y tener más tiempo para escribir aunque, mientras tanto, sueñe que vuela a pelo, que el trabajo queda abolido y no existen jefes ineptos sobre la faz de la tierra y las vacaciones duran trescientos sesenta y cinco días al año. Le fascina el cine y la literatura. Se siente influido por tantos autores que no podría enumerarlos a todos y menos ponerlos en orden de preferencia pues es de los que piensa que hay un momento para cada cosa. Se decanta por poemarios y novelas, los relatos ahora mismo no le interesan tanto. Le pregunté con cuál de los suyos se quedaría? Y me contestó.
– Sin duda con “Anatomía de un ángel hembra” por el poema final que va sobre la muerte de mi padre, y con esta primera novela “El secadero de iguanas” por el reto, el trabajo y la satisfacción que me ha supuesto escribirla. Por la aventura de adentrarme en un nuevo género que desconocía a nivel creativo. Porque ha sido un grato aprendizaje, un curso acelerado de narratología.
Seguí interesada por sus proyectos futuros, y me dijo.
– Estoy terminando un nuevo libro de poemas que espero poder editar en 2012. Y ahí andan también ochenta páginas del primer boceto de mi próxima novela, más urbana y sobrecogedora. En otoño Casabierta-ed sacará la segunda edición de mi poemario “Anatomía de un ángel hembra” que, tras ser presentado en Palma y Bilbao en su primera edición, ahora me gustaría llevar a Madrid. También tengo pensado jubilarme en breve y mudarme de planeta, que éste ya no pasa la ITV.
Cuanta sabia razón con estas palabras, el planeta no pasa la ITV, necesitamos una revolución humanista urgente, pero esa es harina de otro costal que aquí he venido a hablar del “ El secadero de iguanas”... y sin más preámbulo resta darle mi más sincera enhorabuena a su autor y admirado Pedro Andreu y decirles a todos, anímense y léanla ya, no se la pierdan!
Por Cristina Gamero