Begoña Aranguren ha publicado Niño malo de casa bien, un libro sobre su ex marido, José Luis de Villalonga,  que a su otra ex mujer, Syliane Stella, no le ha gustado nada.

-Nada de lo que cuenta es cierto –señala esta.

Syliane nos recibe en el Port d’ Andratx, en su tienda. Está tranquila pero quiere poner los puntos sobre las íes.

-Veamos. Cuenta Begoña que José Luis la llamó por teléfono cuando decidió quedarse a vivir en Mallorca, y eso no es cierto. Primero, porque José Luis cambio su número de móvil sin notificárselo. Y segundo, porque si le hubiera llamado, él me lo hubiera dicho. Tampoco es cierto que José Luis le enviara SMS, ya que ni sabía lo que era eso, porque aparte de llamar y atender la llamada, no sabía utilizar el móvil. Ni siquiera el ordenador. ¡Si escribía con una máquina eléctrica…!

-Cuenta también que siendo novios, la prensa los buscaba por lo que tenían que esconderse…

-Falso también. A ver, ¿para qué tenían que verse a escondidas…? ¿Para hacer el amor…? Mira, cuando José Luis conoció a Begoña  ya había sobrepasado los 80 años. Además, el nunca se escondió de la prensa. Dice también que fueron tres las mujeres que tuvo José Luis, cuando en realidad fueron cuatro: Priscilla Scott-Ellis, Ursula Dietrich, yo y ella.  Y ella se olvida de Ursula.

-¿Estaba arruinado José Luis?

-En absoluto. Aunque no me extrañaría nada que se lo hubiera dicho a ella. Pero no es verdad, sino todo lo contrario. Fue la persona más esplendida que jamás conocí. ¿Sabes que me regaló cuando nos casamos, a las 48 horas de conocernos? Un Rolls. ¿Y sabes cuántas casas llegamos atener..? Cuatro: Montecarlo, Paris, Madrid y Andratx. Y todas con servicio. Y tu sabes que escribió muchos libros, de gran éxito todos y algunos, como El Rey, traducido a muchos idiomas… Entonces, ¿de qué arruinado?

Tampoco está de acuerdo sobre las personas que dice Begoña que José Luis amó a lo largo de su vida.  “El tuvo las que quiso, pero a las que verdaderamente amo fue a Madeleine Robinson y a mí. Y si se casó con ella, fue, según me dijo José Luis, porque ella se lo pidió, porque a él le daba lo mismo. Tampoco le importó que una vez casados ella se llevara a vivir con él a su amiga. ¿Te imaginas a los tres viviendo en la misma casa…? Pero es que, aparte de hacerle gracia, a él le daba lo mismo”

Más adelante, Syliane confiesa que antes de morir José Luis le confió todos sus documentos y manuscritos, porque, me dijo:  “¿Quién mejor que tú para conservarlos? Y ahí los tengo, conmigo. Y si hubiera querido, con ellos y con los veinticinco años de matrimonio, podría haber escrito un libro, cosa a lo que me he negado siempre, pero que ella seguramente hubiera escrito. En cambio, ¿qué le dejó José Luis a ella…? Nada. Ni una simple nota. Por eso, tal vez ahora  pretende vivir a costa de él. Por eso ha escrito este libro plagado de mentiras”

Syliane luce en su muñeca un Rolex y en sus dedos varios anillos y sortijas. “El Rolex era de José Luis, que me lo dio antes de morir, y las sortijas… una era de su padre y la otra me la regaló su hermana”

En cuento al título del libro, Niño malo de casa bien, tampoco es acertado –dice- pues él no era ningún niño malo. –Porque,  qué sabrá ella como era José Luis?

Pedro Prieto