Tal vez no sea la mejor obra del autor. Tal vez no sea el libro por el cual alcance la inmortalidad en el Olimpo literario, pero sin duda, la obra que me dispongo a recomendarles, vale la pena. Viene firmada por Alberto Vázquez-Figueroa y lleva por título: “Delfines”.

A través de sus páginas, pocas  hay que decir, y de la prosa ágil y fresca del escritor canario, nos adentramos en un mundo, el submarino, de gran belleza y aparente quietud. Un reino que el propio Figueroa conoce bien pues en él pasó largas temporadas en su juventud. Pero esa aparente tranquilidad se verá pronto salpicada por algunas muertes en más que extrañas circunstancias, las cuales tratarán de ser resueltas por el inspector Adrián Fonseca. Pronto, y de forma sorprendente, las pesquisas le llevarán a buscar al asesino mar adentro, y no en tierra como cabría pensar…

Si, como lector desea pasar un rato pegado a su cómoda silla, con el alma en vilo y deseando ver resuelto el enigma que se nos plantea, no desprecien este título. En él tienen cabida la muerte, el deseo, el tráfico de drogas…todo ello a un trepidante ritmo de thriller marca de la casa del autor. Cuando lo terminen, supongo que convendrán conmigo en que bien podría hacerse de “Delfines” una interesante película. Como muestra de todo ello, en especial del elegante uso de la palabra, las primeras líneas:

“Grandes burbujas color plata que asemejaban temblorosas bolas de mercurio ascendían mansamente para ir a estallar en la quieta superficie de un tranquilo mar que refulgía bajo el inclemente sol…”

PD: Lectores baleares…la obra está ambientada en Mallorca.

James W. Knight