Tenía que haberlo sospechado. El ascensor llegó demasiado pronto.

¡Si yo había oído cómo me lo quitaba el vecino de abajo!. Ese pesado que parecía vivir acampado en su rellano sólo para quitármelo en los momentos de mayor prisa.

Sería por la costumbre de llegar después de él y mi tozudez al seguir pulsando el botón, insistiendo, luchando tontamente…

Las puertas se abrieron y entré como una tromba. Sólo se habían abierto las puertas, el ascensor no estaba allí.

Pánico, vértigo, oscuridad…

Si que noté un crack en las cervicales… y luego una espiral de imágenes con un sonido chirriante. Una película hecha de secuencias que no recordaba en absoluto pero en las que yo jugaba el papel protagonista. Con caras que seguro eran parientes y momentos y rincones de mi vida. Luego ese “festival de imagen y sonido” cesó bruscamente y me noté, lento y ligero, caminado por un túnel en semipenumbra con una potente luz al fondo.

- ¡¡¡el puto tunel !!!, me sentí pensar

Y de repente supe que estaba muerto.

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El lugar parecía una clínica de estética de alto standing, diseñada por Oscar Niemeyer, el creador de Brasilia. Las “personas” que circulaban por allí, iban vestidas de un modo desigualmente uniformado, en un estilo intemporal, pero que me recordó a los 60 y especialmente a Courreges. Incluso “aquello” podría ser la casa central de Courreges, pero nadie parecía exactamente “trabajar”, aunque todos daban la impresión de saber donde dirigirse.

De repente en mi estado de tranquila perplejidad que cursaba con errático trayecto, tipo “Un paleto en la ciudad”, se me cruzó una sonrisa, de chica rubia bella y luminosa, que sin yo darme cuenta, me había agarrado del brazo y me conducía suave pero enérgicamente dándome conversación

- Jaime, ¿cómo te encuentras?...¿Que tal el viaje?... Te resultó agradable ver todas esas caras ¿verdad?; seguro de que ya no te acordabas de esas cosas tan bonitas…

La chica era dulce como un ángel, pero mi natural quisquilloso tuvo que encontrarle un toque de azafata de congresos. Estuve a punto de pedirle un Bloody Mary  (me sentía algo débil y esa bebida me pareció adecuada), pero en seguida me vi frente a un señor de impresionante cabellera y una túnica como Demis Roussos. Los dos me miraron con curiosidad como esperando ver mi reacción.

Yo tragué saliva y acerté a decir mirándola a ella:

- ¿Es?...glup…¿Él..?...

Ellos contuvieron las risas

-¡Hola!,  Soy Pedro. Bueno…Ya sabes,…San Pedro.

Normalmente somos un poco más formales, dijo, pero hoy hemos tenido un grupo enviado equivocadamente aquí (era para el infranivel), y eso siempre causa protestas, complicaciones, uff,…

Veamos… ¡Jaime!...de las Baleares...

- Si…bien, Mallorca. Es que nosotros, lo de Baleares…

-Claro, claro…Mallorca, …¡ese gran Rafa!... esperamos verle por aquí, tiene toda la pinta…Naturalmente le queda muchísimo allá en la bolita azul…la tierra jajajaja…pero ya que estás aquí, en confianza…

Removíó unos expedientes en carpetas de papel de hilo, blancos, inmaculados

- Tiene un expediente perfecto. Alguna travesurilla fiscal… pero unas expectativas excelentes. Yo creo que estará con nosotros en su momento. Y con gloria, como es su costumbre.

No todos tus paisanos son tan buenos chicos, no creas, mmmm verás desde “el sótano” nos pasan sus listas y nosotros las nuestras. Para estar coordinados y que no se nos cuele nadie, ¿sabes?.

Fíjate, aquí tenemos algunos que van destinados “al calor”: Lorenzo Bravo

- ¿el sindicalista?, le interrumpí…

- si, el de los chalequitos…¡Ah ¡ mira , a lo mejor la conoces : Francina…

¡No me lo podía creer! San Pedro estaba haciendo honor a la fama de cotilla de las porteras!. Al fin y al cabo, él estaba en una portería, aunque fuese la del cielo.

En ese momento apareció un joven que susurró algo al oído del fisgón usufructuario de las llaves celestiales.

- Ahora, Jaime, es tu momento. Vas a ser recibido por ÉL.

-¿Puedo ir al baño?

- No hace falta

- …….uhm tiene razón… ¿qué ha hecho?.

Pedro se marchó riendo.

Me apoyé en el chico. Se llamaba Angel. ¿Todos os llamáis así?.

-¿Estás loco?.

Me lo dijo mirándome como si no tuviera que estar allí… ¡Claro!, en ningún sitio se llama todo el mundo igual. Ni siquiera en el cielo.

- mi novio se llama Jonathan

-¿y está aquí?

-si, vinimos en moto (estalló en risas ), fue un accidente gordo. Los dos.

-¿En el cielo hay gays?

Angel me miró con ojos como platos

- ¿qué pasa, eres homófobo?

- nooooooo, yo no, pero la Iglesia Católica, ¿no?…

- esto es el cielo, no el Vaticano.

Me sentía como un imbécil, lamentaba haber ofendido a aquel compañero de eternidad, y estaba un poco mareado,

- Ahora ya hemos llegado.

- Pero si aquí no hay nada

- Ser, Haber, y Tener, son conceptos que aquí no tienen el mismo valor que donde estábamos, dijo sonriendo, amistosamente. No parecía guardarme el más mínimo rencor. Me abrazó y me recomendó que me sentase.

-Es normal estar un poco atontado el primer día. Es como cambiar de colegio. Descansa.

Me senté en un precioso sofá “Gold Red” de “Barroco Mundo”.

Recordé cuando en Disneyland, Los Angeles, visitamos la Casa de Mickey Mouse. No volví a ver a mi mujer más emocionada que entonces. Estaba más nerviosa que una niña, recorriendo todas las estacias del obligado recorrido hasta que se llegaba a la audiencia con un Mickey de “carne y hueso”. Yo me reía y…

¿Cómo lo estaría pasando ella?...no se si ya habría sido mi funeral. Había perdido el poco sentido del tiempo que tuve siempre…Deseaba volver a verla pero, curiosamente, en mi alma no había dolor…sino paz y esperanza… Reunirnos.

No había lágrimas.

Como en una realidad virtual, en unos segundos, se construyó una estancia. No un edificio, sino una atmósfera, un contenedor geométrico de belleza armónica y proporciones impresionantes pero confortables. Se podría decir que estaba hecho de materiales traslúcidos pero sólidos...y las perspectivas iban variando de un modo subjetivo como si un escenógrafo tuviera en cuenta un baremo de mi presión arterial y fuera acomodando luces y dimensiones a fin de que me sintiera cómodo.

- Hola Jaime

Una voz neutra , cálida, agradable, de doblador de spots de coches gama alta –pensé-

Apareció de no se de donde.

- Soy Dios

- Hola

Una sonrisa agradable (muy agradable), como una inyección de gammaglobulina o una vitaminas de última generación en ayunas, por respuesta.

¿Queréis que os lo describa?.¿Pretendéis que haga una descripción de Dios?....

¡Joder!...no soy Vargas Llosa ni San Gabo. Ni siquiera Javier Marías.

Puedo decir que era como no me lo esperaba y que no me sorprendió. Que me recordó a todas las personas buenas que conocí en mi vida y sin embargo, no se parecía físicamente a ninguna de ellas. Era como una estatua clásica viva. Cálida pero no carnal. Elevado pero no distante. Era el perfecto vendedor de todo. El actor que se hubiera llevado todos los castings de mi agencia. Normal si piensas quien era… Él.

- Vienes de un sitio extraño.

- ¿De la tierra?.

Elevó la comisura izquierda sin llegar a ser una sonrisa.

- De Mallorca, Baleares. Las “Cupido Island of Love”, como tu las llamas.

Unas tribus belicosas. Con ritos muy agresivos: esa obsesión por la lengua indígena, ehhh (propia, en leguaje “políticamente correcto”). La adoración del dinero…Tu isla, esas islas, son muy Homéricas. Las diseñé para distraerme, como “corral de comedias”. A modo de batería pude debajo unas fallas geopáticas que originan energías telúricas. Eso aumenta la agresividad entre otras cosas. Un error, ya lo sé. Luego me olvidé de ellas y fíjate lo que ha crecido. Atraen fuertemente lo bueno y lo malo. Y fomentan la división. Mira al pobre Bauzá, lo mal que lo está pasando con sus barones aliándose con la oposición a pesar de la mayoría absoluta. Eso sólo pasa en Baleares. Voy a tener que hacer algo con Rotger y con ese que es del pueblo de Rafa. Si...

Pareció ensimismarse.

Allí me tienen, a mi…a un mindungui, siendo testigo del ensimismamiento de Dios. Que de repente, en un respingo, siguió:

- Comprenderás que yo, que lo he creado todo, no soy partidista, pero me gustan los estadistas que hacen cosas que tienen un lenguaje simbólico. Me gustaba Matas porque hacía carreteras rectas. Dante describió la Divina comedia en círculos alambicados. Los progres tiene buenas intenciones pero no saben llegar, se lían en círculos como Dante aunque lleven a Virgilio.

Y el carril Bici era un horror. Nos llegaron aquí varias almas, victimas de esa aventura. Ahora está bien lo de multar a los ciclistas que vayan por las aceras.  También son ecológicos los caballos y no se debe ir en caballo por las aceras.

Debo alegrarme de que algún Alcalde sensato vele por la salud de sus ciudadanos.

Ahora tus compatriotas están muy preocupados por el catalán.

Pero esa lengua y todas las demás, un día desaparecerán, como se esfumó el latín, porque los humanos descubrirán una tecnología que será como ese microchip que ya llevan los perros: un traductor universal. ¿Sabes lo que significa que todos los seres humanos se entiendan PERFECTAMENTE?. ¿Sabes cuantas barreras humanas, económicas, sociales, se derrumbarán?...

¿Cómo crees que “hablamos” tu y yo?. ¿Me has visto mover los labios?...

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Y así fue mi primer día en el cielo. Nunca me lo hubiera imaginado. Con San Pedro cotilleando sobre los chalequitos de Lorenzo Bravo y yo, departiendo con Dios (con un Ristretto que no lo he dicho), sobre la simbología de las Autopistas del President Matas.

Morir para ver.

Jaime Roig de Diego.

Ilustración del autor.

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