Gustavo, artista internacional.

 

 

 

El reconocido artista internacional Gustavo abrió las puertas de su magnífico atelier “Son Turó”, en Capdepera, a In-Mediatika Magazine.

 

Una de las famosas vacas de Gustavo nos recibe nada más traspasar la puerta de Son Turó.

 

 

 

Gustavo Peñalver, nacido en Cartagena y afincado en Mallorca, a sus 72 años es un artista rebosante de energía, y no cabe ninguna duda acerca de ello cuando uno penetra en el maravilloso, absurdo y vibrantemente grotesco mundo de su arte.

 

Entrada al atelier de Gustavo, en Son Turó.

 

 

 

Gustavo trata con asombroso colorido temas de lo más diverso: desde el drama de la posguerra civil española, hasta las ocurrencias más peregrinas que puede inspirarle un inocente transeúnte.

 

¿Cómo es el lugar donde trabaja el artista?

Cuando llegamos a Son Turó, se nos había dicho que era uno de los estudios más bonitos de la isla, que fue diseñado en 1995 en el estilo Bauhaus por el arquitecto José García Ruiz,  y que fue ideado por Gustavo. Sabíamos que desde su construcción muchos amantes de arte de todo el mundo, especialmente de Alemania, han visitado este estudio. Y ahora que hemos podido contemplarlo personalmente, sabemos por qué.

 

Gustavo y Regine reciben a In-Mediatika. Vista general del estudio de Gustavo.

 

 

Son Turó es un lugar donde se respira el arte. Los vivos colores inundan el luminoso espacio y convierten los 250 metros cuadrados del atelier en un mundo fascinante. Gustavo siempre está trabajando, incluso cuando atiende a sus invitados está creando sin cesar: una mancha, un grumo de pintura reseca, una salpicadura casual, un fotograma de una película de Woody Allen, cualquier cosa atrae su atención, desata su imaginación y acaba convertida en un cuadro con un título kilométrico y grotescamente poético.

 

 

 

 

 

Gustavo ama su trabajo, y sus numerosos admiradores lo saben, lo notan, lo palpan, y se contagian de ese amor por la forma y por el color. Adora la buena música, y mientras trabaja siempre escucha música de sus cantantes favoritos: Jacques Brel, Udo Lindenberg, María Callas, Wolfgang Neuss, Mozart… Nos muestra su último proyecto: una serie de esculturas cuyas aparentemente absurdas estructuras nos son vagamente familiares, y entonces, con entusiasmo, nos revela el secreto: separando cada elemento, resulta que construye cada escultura con… ¡instrumentos culinarios! Objetos que cotidianamente podemos contemplar en casi cualquier cocina bien equipada: cucharas, cucharones, tenedores, mazas para carne, cedazos de repostería…

 

 

 

 


Mientras contemplamos la organización de los pinceles, los colores, los elementos de las esculturas, en el amplio y luminoso estudio, Regine, la encantadora esposa de Gustavo, nos trae agua fresca aromatizada con limón y hierbabuena. “No me gusta el agua aburrida”, confiesa Regine, arrancándonos unas risas.

 

 

Regine nos obsequia con un maravilloso librito de poemas de su autoría.

 

 

Por supuesto, nos llama la atención la belleza de la finca, con impresionantes vistas que en los días claros alcanzan la isla de Menorca. Pensamos que ha de resultar relativamente fácil mantener viva la creatividad para un artista que ha sabido rodearse de un entorno tan hermoso e inspirador, pero Gustavo nos confiesa que sus principios como artista no fueron tan idílicos: nació, como hemos dicho, en Cartagena. Sus recuerdos de infancia relativos al entorno urbano en dicha ciudad se resumen en destrucción, abandono, miseria. Quizá por eso desarrolló el gusto por el colorido intenso: como defensa infantil contra ese mundo gris lleno de polvo y ruina.

 

 

 

Hasta los marcos de los marcos de Gustavo son, en sí mismos, obras de arte, realizadas en consonancia con el cuadro que van a vestir.

 


A lo largo de la mañana intento hacerle algunas preguntas, que él casi siempre contesta incluso antes de que las formule. Es una fuente inagotable de información, no sólo acerca de sí mismo, sino de las vicisitudes de otros artistas a quienes conoció, con quienes convivió, o a quienes ayudó en sus comienzos. Nos cuenta anécdotas terribles, muy personales, y nos cuenta anécdotas increíblemente tiernas. Nos muestra las fotografías del famoso edificio Gustavo, que se contempla desde el aire cuando los aviones se aproximan al aeropuerto, y que los comandantes de las líneas aéreas muestran a los visitantes desde el propio avión. Nos hace palpar el aluminio lacado en vivos colores que es el material con el que se realizó el inmenso mural sobre el edificio Gustavo, las fotografías del coche Skoda que pintó para “Los Artistas Ayudan” en beneficio de la Fundación de enfermos de fibrosis quística de Christiane Herzog, nos pone en las manos el magnífico juego de café de porcelana que la Casa Rosenthal realizó con su arte mientras nos habla del material que diseñó para la campaña electoral de Johannes Rau, SPD en Renania del Norte en Westfalia. Le pregunto que a qué político actual le diseñaría él la campaña electoral. Me dice un poco melancólico que ninguno le inspira lo bastante.

 

Maravillosamente dispuesta esta mesa de mármol junto al jardín, con el famoso juego de café de porcelana de la Casa Rosenthal, diseñado por Gustavo.

 

Un colorido cojín con los diseños de Gustavo.

 

 

Cómo nace el artista.

 

Gustavo me comenta que desde que era pequeño nada le llamaba la atención, sino pintar. Le pregunto si él es del tipo de artista que cuando muestra una afición temprana recibe apoyo y ánimos, o es del tipo a quien sus padres le insisten en que busque ocupaciones más “serias”. Y por lo que me cuenta participa de ambos: “Mi padre fue fusilado cuando yo era muy pequeño, con sólo 4 años. Cuando tuve 6 años, mi madre se casó de nuevo y regresamos a Mallorca, donde al principio me sentía desplazado”.

 

 

 

 

Una vez independizado, y a pesar de las dificultades, Gustavo celebró su primera exposición en Palma con sólo 24 años, y muy poco después su primera exposición en el extranjero, concretamente en Amberes. Vivió en Bélgica  entre los años 1964 y 1968, y durante estos años Gustavo se halló a sí mismo: tras probar distintas técnicas y materiales (desde el gouache de sus inicios, pasándose al óleo con espátula), coqueteó con el estilo neocubista. Tuvo unos 4 ó 5 años muy políticos, en los que sus obras contenían una crítica surrealista contra la dictadura franquista.

 

 

 

Etapa berlinesa.

 

Finalmente, no tuvo más remedio que huir de la represión fascista, y se marchó a Berlín, donde participó en las “Semanas Festivales de Berlín” (Berliner Festwochen), en el año 71, y donde conoció a su segunda esposa, Regine. A partir de entonces (1976) empezó auténticamente su carrera. Gustavo se queda casi dos décadas en Berlín, y hoy en día forma parte de la ciudad, con exposiciones significativas y llamativas para el público. En Berlín todos lo conocen: En el año 1999 Berlín pone un monumento al artista, el "Edifício Gustavo” en la Franz-Jacob-Straße en el municipio de Lichtenberg, que es la mayor obra de arte en Europa. El antiguo edificio de 21 pisos está decorado con enormes figuras en aluminio de vivos colores en el particular estilo de Gustavo.

 

 

 

También es de resaltar que en el año 1994 Gustavo diseñó el interior del Sorat Hotel Gustavo en Berlín. El contrato de arrendamiento expiró en 1999 y un hotel de la cadena Holiday Inn alquiló el edifício y cambió parcialmente el interior.

 

Gustavo solidario.

 

Su intensa participación en actos benéficos lo sitúa como uno de los artistas de fama más solidarios: diseñó un coche Skoda en el año 1998 para la “Fundación Artistas Ayudan” (Künstler helfen) a favor de la fundación de enfermos de fibrosis quística presidida por la esposa del ex presidente alemán, Christiane Herzog. Desde hace 13 años, Gustavo se compromete con la fundación y sus obras alcanzan cifras de récord en subastas organizadas por el Lyon Club de Berlín. En 2002 fue subastado en un evento benéfico un coche Beetle pintado por Gustavo para la organización de caridad deportiva “Clean Winners” del ex tenista alemán, Charly Steeb. Numerosos artistas han seguido su ejemplo. En 2007 Gustavo fue homenajeado por su dedicación. Su compromiso a favor de los niños es una de las constantes en la carrera del pintor.

 

En 2006 Gustavo diseñó los iconos para el proyecto global de caridad para niños "Encuentros - Una alianza para niños" (Begegnungen  - Eine Allianz für Kinder) del famoso cantante de rock alemán, Peter Maffay.

 

De regreso a Mallorca

 

A mediados de los años 90, Gustavo regresó para vivir en Mallorca. Llegó en abril, y le impactó ver los campos mallorquines inundados de los colores primaverales típicos de esta época: los intensos rojos de las amapolas, los distintos verdes, el blanco y amarillo de las margaritas…

 

Junto con su esposa Regine, hizo construir su casa y estudio Son Turó en la zona noreste de la isla, junto a Capdepera, y desde entonces cada año atrae más aficionados al arte del mundo entero. En ese enclave privilegiado, donde la influencia de Regine en la decoración interior y el jardín es evidente, rodeado de montañas, palmeras, adelfas, hibiscos, mimosas y buganvillas, Gustavo toma los colores de la naturaleza que lo rodea, la luz, el sol, e imprime sus telas con su enorme vitalidad, creando un universo muy particular de personajes grotescos en absurdas situaciones. Incansablemente creativo experimenta con nuevos estilos, siendo sus colores vibrantes el nexo que imprime el particular estilo de Gustavo en toda su obra.

 

 

Obra de Gustavo en la actualidad.

 

La pintura de Gustavo hoy en día cuenta con muchos seguidores que admiran al pintor y escultor y aman sus colores y sus formas grotescas, así como sus característicos títulos poético-literarios. Gustavo no se ha exiliado a un mundo perfecto en su estudio, ni ha creado una burbuja lejos de los conflictos humanos, sino que sigue en pleno contacto con el mundo que lo rodea, y sigue utilizando su obra para plasmar y criticar aquellas condiciones sociales y políticas criticables. Si bien dicha crítica aparece codificada en su obra, dicha codificación se desvela a través de los significativos títulos. Gustavo comenta que si tuviera unos años menos, sin duda habría acampado junto a los indignados, cuyo movimiento social apoya. Pero su inspiración no proviene sólo de sus reivindicaciones: el absurdo se vuelve real y lo real absurdo. Nada es imposible. Y para Gustavo todo forma parte de su inspiración: incluso las propias manchas de color que caen de sus pinceles al suelo, sobre la pared o sobre la mesa de trabajo se transforman a menudo en personajes grotescos y muy vivos.

 

Esculturas.

 

No sólo la pintura y la obra gráfica de Gustavo tienen cada vez más aceptacion y  reconocimiento, si no también sus esculturas de bronce. Desde finales de los años 70, las deja fundir en un taller en el município de Kreuzberg de Berlín. Las esculturas forman una parte importante de su obra. Son piezas de bronce de edición limitada, que cuentan con muchos coleccionistas. Las figuras son tridimensionales e inspiradas en personajes de sus cuadros, parecen como si estuvieran vivas y vivieran sus propias vidas. Cada año Gustavo nos sorprende con un par de nuevas esculturas.

 

Esta maravillosa "Mujer con burka" forma parte del nuevo proyecto de Gustavo.

 

 

Serigrafías.

 

Gustavo no ha querido limitarse a ser un artista para la élite adinerada, y una de las formas de acercar su arte a sus admiradores son sus serigrafías. Desde el año 1976 hasta el 1990, Gustavo ha trabajado en Berlín en la casa de los artistas “Bethanien”. Realizó más de 100 serigrafías, calendarios y libros de arte, todo ello en ediciones especiales. Desde que vive en Mallorca otra vez, se mantiene fiel a esta tradición y publica cada año una carpeta con tres serigrafías originales firmadas, numeradas y limitadas. Estas carpetas se han convertido en piezas de colección muy deseadas.

 

Joyas diseñadas por Gustavo.

 

También diseña joyas en maravillosos y vivos esmaltes de colores, que se pueden adquirir en  "Art en Joies" (E-mail: artenjoies@artenjoies.com).

 

Por todo ello, evidentemente Gustavo es uno de los artistas más importantes de nuestro tiempo, un artista nacido a contracorriente, socialmente implicado, y muy apreciado, especialmente en Europa y también en USA.

 

En estos días, Gustavo trabaja en este inmenso lienzo repleto de personajes delirantes.

 

 

Para los componentes de la revista In-Mediatika Magazine, conocer más en profundidad a este gran artista ha sido todo un privilegio y un placer que esperamos compartir con nuestros amigos lectores.

 

Gracias, Regine y Gustavo, por acogernos, y gracias, Gustavo, por tu Arte.

 

Joana Pol y Biel Pol.

Fotografías: Giselle Palou

 

Visita la web oficial de Gustavo en  www.artgustavo.com 

 

 

Regine, esta bella mujer de ojos azules en el centro de la fotografía, posa con Gustavo (a la derecha) con parte del equipo de In-Mediatika Magazine.

 

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