José Jiménez Fernández, conocido desde niño como Joselito, "El pequeño ruiseñor", ha estado en Palma, matando de un tiro varios pájaros, pues ha sido visto en la tele, en  el campo del Mallorca, en el restaurante de Gabriel Font y en el Trui Teatre. Nosotros estuvimos con él en el Valparaiso. Nos esperaba en la terraza, fumándose un pitillo, sosteniendo con la otra mano un cubata  al que había dado apenas unos sorbos.

Nos dijo que no era la primera vez que venía a la isla,  que "la primera fue cuando era niño y me llevaban de gira allá por donde se proyectaba mi película. Aquí estuve en no se que teatro. ¿En el Lírico…? No me acuerdo. Antes de cada proyección me sacaban al escenario, me preguntaban y luego cantaba una canción"

-Le hemos oído comentar muchas veces que lo de ser niño prodigio fue un handicap, ya que la parte mala superó siempre a la buena…

-Yo creo que para cualquier niño prodigio, la vida no es fácil. Me refiero a llevar una vida normal, pues eres un niño diferente. En mi caso, ser prodigio me costó no poder jugar con los otros niños porque tuve que estar siempre con personas mayores, no hacer lo que quería sin o hacer lo que querían los demás, que van a lo que van, a sacarte el dinero y a explotarte. Pero eso es el topicazo de siempre. Es lo que les pasa a niños como yo, que han trabajado en el cine desde niños, y que han cantado y que por una u otra cosa, o como en mi caso por las dos, han sido ídolos de otros niños, o han sido los niños que hubieran querido tener muchos padres.

-Cuando le cambio la voz, adiós muy buena, ¿no?

-Bueno, a todos nos cambia la voz, y eso supone un cambio. Pasa que conmigo, que además de cantar muy bien era un actor fenomenal, los productores no supieron aprovechar esto último… tal vez porque me veían más cantante que actor. Eso, de haber sido un niño americano, no hubiera sucedido. Allí aprovechan al niños hasta que anatómicamente cambia y le buscan papeles de adolescente, y cuando vuelve a cambiar, de adulto. Lo henos visto en el caso de Micky Roony, Shirley Temple, y otros. Ahora mismo lo estamos viendo en el caso de Daniel Radcliffe, el de Harry Potter, que empezó de niño y es un adulto y sigue trabajando. En cambio, aquí, en producción no ha habido talen to para ello, para saber reconducir al niño cuando deja de serlo,o al adolescente cuando se convierte en adulto. Y no tienen talento para eso porque no lo tienen tampoco  para mitificar los guiones de los adultos para maduros o de estos para viejos. Porque también ha habido grandes actores que al hacerse mayores han desaparecido. Pero ¡que le vamos a hacer!

-Bien, dicho lo cual, llegamos al presente. ¿En qué anda metido ahora?

-Lo de andar metido, no me gusta. Prefiero más contar lo que estoy haciendo.

-Pues venga, cuente.

-Estoy haciendo mucha televisión. Desde hace años, desde que estuve en Supervivientes y luego en La Caja,  España me esta viendo haciendo televisión, participando en programas. El dia 10, dentro de unos dias, vuelvo al programa de María Teresa Campos. Por otra parte, estoy recuperando derechos de imagen gracias a la Asociacion de Interpretes Españoles. No me quejo, pues. Y encima, me empiezan a dar papeles e para el cine, cosa que me encanta. Me refiero hacer cine. Y uno de los primeros en acordarse de mi ha sido Santiago Segura que me dio un papelito en Torrente 4, y hace dos años participé en Spanish moovies, con Lionel Nielsen, el de Aterriza como puedas y otras. Y… Bueno, pues que gracias a esto, me doy cuenta que la gente se sigue acordando de mi, tal vez porque la televisiones un monstruo que llega todas partes, pero lo cierto es que la gente cuenta conmigo. Por ello, ahora lo que me toca hacer es esperar a ver que hacen los productores conmigo. Que yo estoy encantado de volver de nuevo.

-Imaginamos que aquel episodio de la droga no debió influir muy bien en su carrera.

-Mire. Yo estoy hasta los mismísimos de hablar de la droga. Fue un episodio que sucedió hace 19 años y que para mi fue el mas negativo de los de mi vida, y que hoy es algo que he superado y que quiero olvidar, por lo que no me aparece hablar más de la maldita droga. Pero ya que pregunta, pues sí. Aquello me influyó moral y profesionalmente. Fue algo terrible que sufrí en mis propias carnes, pero, afortunadamente tuve un par de cojones para asumirlo y superarlo.

-¿Le gustaría tener una silla de tertuliano en uno de esos programas del corazón?

-Pues ya que lo dice, alguna vez me han llamado para que participe en debates. Incluso  una ves estuvo en uno de política. A mi me gustan esos programas siempre y cuando sean de qué, es decir, no me gustan esos de chinchorrero, como los llamo: programas de la sal gorda, del disparate, de la pelea. eso son me interesan.

- Entonces ir a Sálvame…

-Pues ahí no, Sálvame no es un debate.

-¿Que le gustaría que ocurriera?

-Pues que mi libro, La jaula del ruiseñor,  fuera llevado de una vez al cine. Después de cinco intentos fallidos, vamos a ver si a la sexta va la vencida. ¿Que  por qué lo titulé así? Pues no por haber estado en la cárcel por lo de la droga, sino porque siendo niño me sentí siempre como enjaulado, sin poder hacer lo que otros niños, rodeado siempre de gente mayor.

P.P.