La cuenta atrás ha comenzado, el gran momento se acerca… Las Rebajas (sí, con mayúsculas, pues en este caso las consideraremos un “ente” en sí mismo”) empezarán el día 7 de enero en nuestra Comunidad.

¿Cómo enfocar este “importante acontecimiento” para tantas personas? Hay muchos factores que influyen, no cabe duda: capacidad adquisitiva, necesidades y prioridades, aguante y paciencia (muy importante en los primeros días) ante la perspectiva de pasar mucho tiempo haciendo cola en probadores y cajas registradoras, así como exponiéndose a la posibilidad de ser atacado por un alud de ropa y terminar sepultado por ella (doy fe de que este hecho ha ocurrido), etc.

Las de este año se prometen muy buenas –eso dicen- debido a que la crisis, con esas cosas que tiene, ha causado una gran precariedad en las ventas. De esta manera, aún cuando ya hace tiempo que vemos “descuentos” en muchos comercios, el momento cumbre llegará el sábado, si los expertos no se han equivocado con sus previsiones.

El primer día es, sin duda, el más importante y constituye una auténtica Batalla Campal. Los más “guerreros” se apuestan en las puertas de sus tiendas predilectas para ser los primeros en pasar por ellas (un momento que algunos incluso inmortalizan en fotografías y filmaciones). El momento cumbre, esto es, la apertura de “las murallas”, es un espectáculo digno de verse. Pocas cosas sacan el instinto animal de lucha de muchos seres humanos como este genuino y único instante.

¿Qué podemos hacer para sacar el máximo provecho y no quedarnos sin nuestro deseado “Tesoro” o morir en el intento?

·       Tener muy claro nuestro objetivo: ya lo he comentado, las Rebajas son la guerra. Ir de paseo no es la mejor de las ideas, a no ser que uno sea amante del riesgo. Tener una idea de lo que queremos es importante, aunque muchas veces artículos inesperados aparezcan y acaben, sin saber cómo, en nuestra casa.

·       Si se puede, evitar las horas puntas: El ideal es poder ir de Rebajas los días laborables por la mañana, cuando la mayoría de los trabajadores están presos en la oficina. Si no hay más remedio que ir en hora punta, días festivos o fines de semana conviene hacerse con una buena “armadura” de paciencia y sentido del humor.  

·       Si es posible evita pasar por el probador: A no ser que no acepten devoluciones (algo raro) en la tienda, probarse en casa, hacer selección y devolver lo que no haya pasado el “visto bueno” es una gran forma de ganar tiempo.

·       Acudir con ropa fácil de “poner y quitar”: Si eres de los/las que prefieren dejar todo finiquitado al instante y pasar por los probadores, es considerable tener en cuenta que ir ataviado con prendas de fácil y rápida extracción (algo que a muchos/as se les pasa) no debería olvidársele a nadie. Ir de rebajas es una lucha, no un desfile de moda, y si alguien tiene que enamorarse de ti en plena cruzada, mejor que lo haga de tu personalidad arrolladora al discutir por un fallo en el descuento.

·       Qué conviene comprar: a parte de algún capricho que nos podamos permitir, las Rebajas son el momento para invertir en prendas de “fondo de armario”, esas que no pasan de moda y que se utilizan mucho. También es una gran oportunidad para hacerse con complementos de calidad, pues en los momentos de saldo suelen hacer grandes descuentos en ellos. Bolsos o zapatos de marcas algo “mejores” son siempre artículos interesantes en los que invertir si podemos.

·       Ponerse un límite: aunque es bastante probable, como ya he mencionado, que algo “inesperado” nos acompañe de vuelta a casa, ponerse un tope es muy aconsejable para evitar posibles sustos al recibir un imprevisto “palo” de la tarjeta de crédito al mes siguiente.

La Asociación General de Consumidores, ASGECO CONFEDERACIÓN, se ha pronunciado dando también algunas pautas para estos días de Rebajas:

·       Es importante limitar las compras a los productos realmente necesarios y se recomienda evitarlas en establecimientos que incumplan los requisitos obligatorios de información sobre precios, dejando constancia del precio anterior y el precio rebajado.

·       Los productos rebajados deben haber estado a la venta durante los meses anteriores.

·        Antes de pagar, se debe preguntar si se admiten devoluciones por cambio de talla u otra circunstancia.

·       En caso de que un artículo esté defectuoso el comerciante está obligado a cambiarlo. Es recomendable acudir a establecimientos que estén adheridos al Sistema Arbitral de Consumo.

Así pues, mis queridos conocedores de las “leyes que rigen la guerra en Rebajas”, ahora difícilmente seréis tocados, heridos, ni vencidos en la batalla. No olvidéis las armas en casa, luchad justamente y ¡que la suerte os acompañe!

Por Vanessa Jiménez-Elizalde