VERANEOS

Tal vez ustedes, como yo, no veranean en los Hamptons, como Amanda Hearhst, ni en Marthas Vineyard  como Meg Ryan (ambos USA)  ni en La Romana (Santo Domingo), Los Cabos (México),  ni siquiera en Sotogrande (Cádiz) como los supermegapijos nacionales….y estoy seguro que les da igual.

Los mallorquines , al vivir en un lugar de vacaciones no nos sentimos fascinados por otras playas. Quizás nos haría ilusión alguna sugerencia a base de prados verdes, bosques umbríos, gastronomía sabrosa y precios de esos que dicen que aún puedes encontrar en la península.

A mi me tentarían con una estancia en el decadente “Hotel Reids” de Madeira (Portugal), donde los caballeros bajan al Cocktail al anochecer, vestidos de smoking, porque yo es que soy mucho de Scott Fitzgerald , pero es igual de apetecible cualquier verano en el que uno se deja llevar sin agobios, y en el que pase un poco de aire fresco.

En algunos pueblos es posible sacar las mecedoras a la calle, o al patio. Y hay balcones o terrazas que valen más que un palco en la Ópera.

Pero el verano es ante todo laxitud, dejar resbalar las horas, sentir el tiempo como un visillo de lino que se descorre por la mañana arrastrando con un cordel invisible al sol y las nubes de algodón,  abriendo las flores, animando la brisa, llamando a los pájaros…”poniendo el día” como quien pone la mesa y sus aderezos. Y por la tarde, notar las horas como un algo espeso y mullido. Algo tal que una colcha de ganchillo, como las de las bisabuelas, que, muy lentamente, sube, te envuelve, te hace caer los párpados, callar las aves, dormir al gato, te arropa en sueño, y casi sin darte cuenta te trae un crepúsculo rosado, antesala de la noche. 

SOPAS FRIAS (con permiso de Mari Nova)

El verano “pide” una dieta fresca nutritiva e hidratante. Todo ese mundo de cremas frías tan adecuadas: el alegre gazpacho, el pinturero ajoblanco, la elegante Vichyssoise,  y tantas otras que se van incorporando a nuestros hábitos y que recomiendo: la crema de aguacate, la de coco y limón, de calabaza con gambas, y una de mis preferidas, la “Borscht” crema rusa de remolachas (versión ligera sin carne) y por supuesto fría, cosa que mi amigo ruso Sergio, considera de una heterodoxia inaceptable.

Y señores y señores: para el sexo masculino, sano y preventivo, “Gazpacho con remolacha” para la próstata. (2 Tomates 1 remolacha, 1 pepino y el resto ya lo saben). El Licopeno protege esa glándula de males mayores.

Pero si sólo se trata de variar los sabores, pueden sofisticarla con sandía (úsenla sin pepitas), frambuesas, guindas deshuesadas…Yo hice el otro día uno con albaricoques, que le otorgaban un perfume muy particular.

CHANCLAS

Las chanclas, como las bicicletas, son para el verano.

Los pies durante el invierno viven en una permanente clausura con diferentes hábitos, algunos auténticos Burkas: Medias, calzas, calcetas, calcetines, peucos, pinkis, botas peludas, zapatos cerrado, con suela de goma…¿cómo creen que se sienten los pies?. Pues como el tipo ese de la peli “Buried” , enterrados en ataúdes andantes. No me extraña que las extremidades de algunas personas se venguen de su dueño. Si les tratan como un cadáver enterrándoles en vida, ellos, los pies, comienzan a oler como tales.

Algún día podremos leer: “Señora halla el cadáver momificado de sus pies”, “El hallazgo tuvo lugar en el interior de una botas pajares”…

Por eso la estación estival, es la época de liberación de los pies. Nada más delicioso que pisar y sentir. Pasear por la arena, por el césped regado, sentir el frío de la piedra, el cosquilleo de la hierba, la rugosidad del cemento… Las platas de los pies nos transmiten unas sensaciones durante estos meses que en el invierno olvidamos. Y nada más cómodo para calzarse que abrir un poco los dedos y ponerse unas chanclas, que en su categoría sandalias /noche pueden llegar a ser francamente sexy. Y no soy fetichista de los pies. Soy nudista con ellos.

SIESTA

La siesta es un alto en la jornada. Un parón biológico y saludable de los relojes para que el cuerpo se reponga y vuelva a despegar con energía. Esa entrada en boxes, es elogiada cada dos por tres y “descubierta” por alguna universidad extranjera cuando nuestros tatarabuelos ya sabían que era buenísima.

La calidad de una siesta es directamente proporcional, a cuatro factores: frescor, oscuridad, silencio e inclinación. Es deseable un grado aceptable de fresquito; estar razonablemente en penumbra o semioscuridad; silencio o que los ruidos lleguen amortiguados como un murmullo y poder reclinarse cómodamente. Si se puede hacer con la ropa holgada, descalzo, mucho mejor… Un mayor grado de comodidad nos podría inducir a una modorra excesiva. Conviene dejar algún amarre con Houston o nos despertaremos a la hora de cenar.

BESO

A pesar del calor, yo creo que esta es una época para recuperar el beso.

Un beso es hijo de la pasión o del impulso. Y de las circunstancias, ya que no es lo mismo un beso a tu pareja que un beso robado, clandestino, adúltero, prohibido, forzosamente oculto…

Por eso hay besos fugaces como estrellas y besos lentos mullidos, confortables, como un viaje en el Orient Express.

Tal vez un beso furtivo, tiene el sabor de unas cerezas arrancadas de un árbol que no es nuestro, el placer de lo prohibido, el encanto de la transgresión.

Pero todos los besos tienen su encanto:

Los que apenas juntan los labios pero se incendian, como dos asteroides en llamas. Los besos húmedos como un día de lluvia, los dulces que pareciera que los amantes hubieran comido azucarillos, los besos caníbales casi mordiscos, los  besos exploradores que recorren el cuerpo para besar otros ámbitos, los besos de lengua ondulante y trepadora, los que succionan, los que beben, los que suplican, los que susurran, los intermitentes, los inmóviles, los mudos, los susurrantes, los que dejan sin aliento, los atrevidos, los tímidos, los que te dan la vida y los que la quitan.

Y no todas las personas saben besar. Es un don.

Manolo Escobar compuso (iba a decir perpetró) aquello de “El beso, el beso, el beso en España, lo lleva la hembra muy dentro del alma”. Yo creo que es por eso que hoy tiene el colesterol tan alto. Hay cosas que deben pagarse en vida. Incluso su hija Vanessa, para que no se le transmita el mal karma, ha tenido que salir en el anuncio de Danacol.

Los besos sociales se han hecho muy populares. Hoy besamos a todo el mundo, con una familiaridad que a veces resulta francamente inapropiada.

Deberíamos volver al repertorio de saludos incluyendo besar la mano a las damas de cierta edad.

Yo, me veo besando a veces a señoras desconocidas (recién presentadas) a las que me resultaría más cómodo darles la mano, besársela e incluso leérsela antes que desmaquillarlas.

De todos modos los grupos (y mucho más las tribus urbanas) se diferencian a la hora de saludar. No lo hace igual, un surfero, que un matador de Toros (se lo aseguro), la gente de teatro besa de diferente forma que la gente más convencional. Hay códigos y se nota a los de fuera.

VER

Finalmente este es también tiempo para la contemplación activa o más relajada.

A propósito de besos si desean ver el famoso beso de Gustav Klimt y de paso ver el Lower Belvedere y Viena, tienen además la exposición temporal de Hans Makart “el pintor de los sentidos”.

https://www.belvedere.at/

Y más besos:

Taschen, al precio módico de 20€, edita “50 FOTOGRAFIAS MITICAS” con  otro no menos famoso beso el de la foto de Alfred Eisenstaed (1945) y que fue portada de la revista Life.

Así que en chanclas, tras una apacible siestecita depués del gazpacho, déle un beso en “3 D” a su pareja o a quien Dios le de a entender. Si quiere, inspírese antes con la “chuleta” de Taschen.

Jaime Roig de Diego