Últimamente me inclino hacia el conocimiento de técnicas que inducen al bienestar físico y mental. Imagino que el vacío existencial que provoca la frivolidad, el consumismo, la competitividad diaria y el tener que ponerme la máscara para que los demás sólo juzguen lo que quiero mostrar, que no es realmente yo, son vivencias de lo más agotadoras para el espíritu y la gente sensible. Mi socia, una mujer sensitiva y empática, se encuentra en el mismo despertar de conciencia hacia un cambio de postura ante la vida, eligiendo lo que realmente sabemos que podemos llegar a ser. Ella comparte las mismas inquietudes y me comentó sobre la meditación y su práctica a través de ‘Frecuencias de Solfeggio’ con las que trabaja Carlos Laza. Parece ser que las ‘Frecuencias Solfeggio’ encierran un enigma capaz de cautivar y despertar todo tipo de reacciones, tanto a favor como en contra. Son uno de esos temas a los que parece haberse aplicado técnicas de ‘esfumato’ en su divulgación y a la hora de tratarlos abiertamente, por eso, desde aquí quiero dar difusión al trabajo de Laza, el cual ha ido despertando mucha expectación de aquellos que acceden a tener esta dosis de información.

Carlos Laza,  es licenciado en Ciencias Exactas y Cibernética Matemática por la Universidad de la Habana, estudió Bellas Artes y Música Clásica en ciudades europeas como Ginebra y Basilea, finalmente llega a España y hace un par de años empieza a dar a conocer la capacidad sanadora de estas frecuencias que parecen como mantras para el alma y espíritu.

Todo es energía y toda energía tiene una onda vibratoria, ya sea luz, sonido, ondas electromagnéticas, o cromáticas; congelada o cristalizada, la energía vibra; lo único que cambia es la forma con la que se manifiesta debido al tipo de onda vibratoria.
Partiendo de esta base, es evidente que el cuerpo humano es así mismo energía en movimiento, las diferentes ondas de vibración, producen en el, percepciones y sensaciones. Las células y los órganos del cuerpo están continuamente vibrando a determinadas frecuencias. El sonido es el elemento empleado en esta terapia vibracional. Se utilizan distintos instrumentos musicales como cuencos, diapasones, gong, campanas realizados con distintos metales, y la voz humana. Es, entonces una terapia complementaria que utiliza el sonido y la música para actuar benéficamente sobre los planos físico, emocional, mental y espiritual.
 Cuando un órgano, estructura o tejido está sano, su vibración está en armonía con el resto del cuerpo. Cuando aparecen trastornos del estado de salud, estas frecuencias se alteran y se rompe la armonía. Utilizando el fenómeno de resonancia acústica es posible modificar estos patrones frecuenciales alterados, estimulando con sonido o música apropiados.

Como ya comenté en otro artículo, Pitágoras usaba la música como medicina para el alma que curaba el cuerpo.  Se ha comprobado que los monjes que cantaban Gregoriano y que usaron estas frecuencias de solfeggio en sus cantos, típicas de composiciones de Guido de Arezzo como “El himno a San Juan Bautista” estaban muy sanos y eran muy longevos, en una época donde la esperanza de vida era casi quimérica.

Laza, dice que si intentamos llegar al origen de dichas frecuencias entramos sin duda en la mismísima esencia de la creación ya que estamos hablando de patrones arquetípicos primordiales que se manifiestan en el cuerpo humano como plantillas vibracionales. Entonces la pregunta que toca hacerse es la siguiente, es posible sanar a través de las ‘Frecuencias de Solfeggio’ y cómo? Carlos nos cuenta que para que así sea el cambio empieza dentro de cada uno, es una experiencia y decisión muy personal porque parte del propio interior. La sanación es un proceso que da comienzo con la intención y cuando dotamos de voluntad a esa intención, las frecuencias nos ayudan en el momento que autorizamos este poder y mantenemos un estado de consciencia adecuado, es entonces cuando se puede. Por ejemplo el ‘Ut’ o el ‘do’ del solfeggio, permite utilizar la resonancia para desbloquear a diferentes niveles y así poder activar todo el potencial inscrito en cada ser.  La frecuencia ‘Mi’ es la vibración perfecta para la reparación de nuestro Adn, la que puede producir el Milagro de renovar todas nuestras células y equilibrar su funcionamiento. A continuación mostramos un diagrama con las frecuencias específicas para cada órgano del cuerpo:

Jesucristo, cuando sanaba a los enfermos que le tocaban, decía que les había curado su fe y que la fe era capaz de mover montañas. Verbalizar el pensamiento es darle fuerza y emoción, crear una energía que toma forma en la realidad, imagino que por eso, nos dicen “cuidado con lo que desees que puede ser que acabes consiguiéndolo” y luego todos esos chorros de tinta que se han propulsado en la dirección de la visualización creativa y el pensamiento en positivo, plasmados en Best-sellers como “El Secreto”. 

Carlos Laza, sin embargo, no es tan simplista y comercial, llega a un punto donde se plantea la existencia y la forma para poder interactuar y empezar a co-crear. Adquiriendo esa compasión que implica un servicio que precede a la apertura del corazón y nos conduce hacia el amor incondicional.

Es una lástima que no seamos capaces de conducirnos hacia el estado del AMOR y la GRATITUD y dejemos ya el caer hasta lo más básico de los instintos egoístas que enseñan nuestra propia arcaicidad espiritual. Te apetece elevarte?  Carlos Laza estará en Mallorca a finales de Febrero ofreciendo sus conocimientos en varios talleres, ya os pasaré las fechas concretas y el lugar!.

Si os interesa, contactar en este email: ag.masco@gmail.com

Por Cristina Gamero