PALACIO DE PEDRALBES; el hogar real barcelonés.
Dicen los historiadores que toda gran ciudad han tenido sus grandes familias poderosas; los Medici en Italia, o los Borbones en España.
En la ciudad condal hubo una familia burguesa muy poderosa a finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, la familia Güell.
Tenían muchos terrenos y propiedades, y una de esas propiedades era un palacete con un gran terreno que estaba en lo que hoy es la parte alta de la ciudad, la Diagonal.
El Palacio de Pedralbes, antigua residencia real, fue un regalo del conde de Güell al rey Alfonso XIII.
El conde Güell era propietario de la finca Can Cuyàs y de una superficie notable de terrenos, así que decidió, en 1919, reformarlo y convertirlo en un palacio destinado a la familia real. Eso acarreó la prolongación de la avenida Diagonal. Así empezó la historia de este gran palacio destinado a ser residencia de casas reales, familias burguesas y centro de mando del general Franco en sus visitas a Barcelona.
Actualmente, el Palacio de Pedralbes acoge el Museo de Cerámica, el Museo Textil, el Museo de Artes Decorativas, y el Gabinete de Artes Gráficas.
Nosotros hemos tenido la suerte de visitar sus jardines, donde destacan diferentes fuentes y esculturas. Como la escultura “Mediterránea” de un desnudo central en un hermoso estanque da Eulàlia Fàbregas.
O la ya famosa “Fuente de Hércules”, obra de Antoni Gaudí.
Unos jardines llenos de la más diversa vegetación, bambú, olivos, esparragueras, pinos, etc.
Un remanso de paz, y un rincón para pasear por los mismos lugares donde pasearon los más poderosas familias y dinastías reales.