Palma Aquarium ha logrado reproducir varias especies desde su apertura hace cuatro años y ha sido escenario del nacimiento de 10 tiburones pinta roja, cerca de 25 rayas, 35 peces pipa, 15 peces cardenal y cientos de medusas, además de haber reproducido más de 80 corales

Las cifras sitúan la instalación palmesana entre los acuarios con mayor índice de natalidad de Europa, según ha informado en un comunicado.

La filosofía conservacionista de la compañía propietaria del acuario, Coral World International, ha hecho posible esta apuesta por impulsar distintos programas de reproducción de animales.

El acuario abrió en 2007 con más de 8.000 ejemplares de 700 especies diferentes y los animales que más y mejor se han reproducido han sido los propios del Mediterráneo, como los tiburones pinta roja, de los que han nacido 10 crías, y las rayas, con 25 nuevos animales.

Los peces pipa y los peces cardenal de Banggai o arlequín también se han aclimatado muy bien al parque marino generando 35 y 15 crías, respectivamente, mientras que de las medusas, sobre todo las de la especie Aurelia aurita, la más común en Baleares, han nacido cientos de ejemplares.

Una de las estrellas de los programas de reproducción han sido los corales, con un plan específico que ha dado lugar a 80 nuevos ejemplares, de los cuáles 15 son tropicales, los más difíciles de conseguir en un medio artificial controlado.

El jefe de Conservadores de Palma Aquarium, Roman Grädel, asegura que los responsables de la entidad están orgullosos de los logros alcanzados en materia de reproducción en un período de tiempo tan corto. "Sobre todo teniendo en cuenta lo complejo que es conseguir que los animales se reproduzcan en un medio artificial controlado", ha señalado.

"Los animales tienen que adaptarse al medio y sentirse como si fuera el suyo propio, y, además, se tienen que dar las condiciones biológicas y fisiológicas idóneas para que la reproducción se lleve a cabo con éxito", ha detallado.

Una vez nacidas las crías, la dificultad radica en conseguir separarlas con rapidez del resto de los animales con los que conviven y trasladarlas a instalaciones especiales, donde permanecen aisladas una temporada "para poder controlar su alimentación y crecimiento y para evitar que sean atacadas por otros peces de mayor tamaño". EFE