Es curioso como poco a poco vamos adaptando costumbres anglosajonas y como todas ellas radican en un solo aspecto: fomentar el consumo. Sobredosis de calabazas en Halloween y escaparates teñidos de rojo poco aptos para diabéticos en este “Valentine´s day” que está a la vuelta de la esquina… La excusa siempre está ahí, el empresario se beneficia y el consumidor muerde el anzuelo… Así que hoy mi propuesta de felicitación para el próximo 14 de febrero es gratuita y con un tinte algo exhibicionista. “Si amas a alguien, díselo por todo lo alto”, esta es la filosofía de los creadores de la propuesta menos discreta de la capital: “Conexión San Valentín”. Desde el pasado miércoles las personas que lo deseen podrán felicitar a sus parejas a través de las gigantescas pantallas de la popular plaza de Callao.

El requisito es simple y sólo requiere del envío previo de una foto de la persona a quien se quiera sorprender, para que el 14 de febrero el afortunado tenga su singular instante de fama, coronando uno de los edificios más populares de la ciudad. Y como esto de la fama tiene su gancho y un segundo de gloria puede saber a poco, la organización ha decidido colgar posteriormente el video del proyecto en su página de Facebook (https://www.facebook.com/callaocitylights) para que los protagonistas puedan reproducirlo las veces que deseen. Así que, en caso de optar por esta singular forma de felicitación, el proceso es el siguiente:

1. Haz tu foto.

2. Envíala a info@callao-digital.com (Plazo hasta el 13 a las 15:00)

3. ¡Disfruta saliendo en las pantallas gigantes de Callao el 14 de febrero junto al resto de enamorados!

Con este hecho, los Cines Callao dan a conocer un nuevo elemento de su remodelación: la página web https://www.callaocitylights.com/, una página diseñada para resaltar la especial ubicación de los históricos edificios que componen Callao City Lights y que nace con la vocación de ser una herramienta más de información para todos aquellos que quieran conocer más de cerca el proyecto.

Lo que si es cierto, es que en ocasiones esa sensación de felicidad extrema que produce la locura del enamoramiento genera unas enormes ganas de gritar a los cuatro vientos que uno es feliz… y que se entere todo el mundo.