Buenas.

El verano del famoseo está a punto de decir adios. Y yo me alegro, y más tras haber sobrevivido a un verano como este habiendo hecho más kilómetros que el baul de la Piquer  para nada. O para muy poco.

Así que a cambiar de chip toca.

Tras la playa con el tinto de verano y la tortilla, habrá que pensar que dentro de nada -si es que no lo ha  hecho ya- la vuelta al cole nos va a dejar turulatos con el palo que vamos a recibir algunos. Pero ¡que le vamos a hacer! Es ley de vida. Si no llevas a tu hijo al cole, la Ley te puede poner firmes ¡y de que modo! Y si lo llevas, la vuelta al cole te puede dejar  en la ruina temporal. Y lo peor es que la escuela deja mucho que desear.

Otra cosa. Anteanoche estuve en BCM, y el jefe de seguridad de la discoteca, Fernando Co, que es de Guinea Bisau, me enseñó el Boletín Oficial de la Comunitat en el que veo que se ha creado un Sindicato, o Asociación, de porteros de discoteca que preside él, Co, de lo cual me alegro, pues Co, que es capaza de parar a un equipo entero de rugby en la puerta, es una excelente persona que pocas veces ha hecho uso de la fuerza... descomunal que posee, para que se haga la paz  o que se restablezca el orden, todo a base de buenas palabras , disuadiendo al violento. Co me adelanta que a partir de mediados de este mes, se van a dar unos cursillos a los poteros que considera fundamentalespara  su trabajo. "Y es que el portero de discoteca ya no es el que era antes, amigo. Hoy apenas usa  la fuerza sino que  trata de convencer al cliente violento a base de palabras."

Bien..¿Qué les parece la que se está montando en el Govern, desgovern y demás estancias políticas para elegir director general de IB3? Ni que ese señor fuera la panacea que resolviera todos los problemas que tenemos. ¿Que el poder debe de tener controlado a la television autonómica? ¡Pero si es que, a la nuestra en concreto, no la ve nadie! IB3, por eso, no mueve para nada la opinión de quienes la pagamos, que somos todos, y desde luego de quienes la ven, que son una escasísima minoría. Por eso, yo dedicaría el tiempo a otras cosas más importantes que a alegir director general del ente, que si no lo eligen tampoco pasa nada, que sin nadie que dirija tampoco va a empeorar mucho más, sino que va a empeorar lo justo, que al nivel que está no pasa nada.

Yo de lo que me preocuparía sería del conflicto gitano-nigeriano de Son Gotleu, que por las pintas da la impresión de que no ha terminado, sino todo lo contrario. Que de haberse hecho la paz, nada de nada, ya que de forma latente el conflicto sigue ahí. Y la solución no solo está en gestos, sino en otras cosas. También me prepocuparía de la degradacion que a pasos agigantados está sufriendo otra barrida de Palma, Gomila. Sin apenas luz por la noches, convierte a según que puntos  en escenarios que ni a propósito  para atracos o sustos, y con suciedad casi durante todo el día. Igualmente, miraría de ver como se pueden enterrar los contenedores que hay a escasos metros de la plaza de la Lonja, en la que varios restaurante tienen mesas. Lo digo porque hay noches que el olor es insoportable. Y ya puestos a preocuparnos, si tuviera mando en plaza, me seguiría preocupando por seguir limpiando la Platja de Palma de gentuza. Que dentro de un par de días llegan los Kegel Clubs de septiembre, más mayores, pero con más dinero de la gente que ha venido hasta ahora, y que llegan con la intencion de divertirse y gastar, pero como la policía baje la guardia, todo el buen trabajo realizado durante los dos últimos meses se les puede echar a perder. Ojo, pues, que tras el dinero de estos Klubs, llega también gente de ese universo denominado Chorilandia, a la que no se le puede dar el menor respiro...

Y hablando de zonas turísticas, la de Magalluf, por esta temporada, tiene los días contados, tanto que en dos semanas ahí no va a quedar ni el apuntador. No lo digo yo; lo dicen los empresarios que cuando echan un  vistazo a las ganancias de esta temporada, y deduzcan los impuestos y demás salidas que han tenido, se echarán a llorar. En cambio, la de la Platja de Palma, igual que la de Peguera,  puede que de la mano de Oktober Fest la prolongue por un par de semanas más. Pero tampoco ahí pueden echar las campanas al vuelo.

Asi pues, estamos en puertas de un otoño, que al igual que el invierno que le siga, se presenta con más sombras que luces, pero que entre el fútbol de casi todos los dias, más los Salvame -diarios y de Luxe- y demás frikiprogramas con  los que las televisiones nos bombardean a diario, nos va a dar la impresion de que estamos viviendo en los mundos de Yupi. Pero, sí, sí. En esto, como siempre, el único que a la corta, a la media y a la larga  va a estar encantado, será el gobierno, pues mientras el pueblo vea la tele no le molestará.

Por cierto esta semana en vez de ver tanta tele, y no ver ni un partido de fútbol, he terminado El cuarto poder. Impresionante. ¿Por qué no lo leen?