ARTE O NO-ARTE

 

“Cualquier creación artística es hija de su tiempo, y la mayoría de las veces, madre de nuestros propios sentimientos”.

Kandinsky, Wassily - “De lo espiritual en el arte”

 

Un paseo por la jungla de Papúa Nueva Guinea puede repararnos sorpresas increíbles: nidos con “pilares y vigas” en el suelo que guardan, en su interior, vistosos frutos de colores, plumas, plantas, flores... Indudablemente nos encontramos ante algo “bello”, una obra de arquitectura milagrosamente efectuada por un avecilla: el pájaro jardinero. Los nidos de estas aves pudieran parecer un ejemplo de “arte”; de hecho, construcciones animales como los termiteros han sido estudiados como ejemplos de gestión de temperatura, en virtud del “arte” que los animales tienen para construir estructuras imitables por el ser humano. Sea con estos ejemplos, o con los “cuadros” pintados por elefantes o póngidos (sean éstos orangutanes o chimpancés) la pregunta sería si nos hallamos ante verdaderas “obras de arte”. Por mi parte lo dudo. El “arte” nos aporta HUMANIDAD. El arte forma un binomio indivisible con el ser humano. No existe el arte fuera del Homo sapiens sapiens.

El arte es una forma de REFLEXIONAR. Toda obra artística, de hecho, requiere de dos elementos indispensables: manufactura humana y un cierto nivel de abstracción. Nada en el arte es causal, sino que siempre se trata de una plasmación de una idea preconcebida. Cierto es que algunos animales quizá puedan distinguir los colores, pero no podrán pintar con una finalidad, con una idea de cuál va a ser su obra.

Ser artístico es ser humano. Los simples grabados en piedra realizados en cuevas habitadas durante el Paleolítico (piénsese en los hallados en la cueva de Los Casares (Guadalajara), por ejemplo) constituyen un arte primordial, pero en cualquier caso, arte. Sin lugar a dudas son trazos más sencillos que el nido del pájaro jardinero, y con mucho menos colorido, pero no podemos quebrar el binomio clave al que ya hemos hecho referencia.

Todo ello nos conduce a una apreciación, el arte nos aporta belleza, armonía..., pero no siempre y tampoco en exclusiva. Todos estos adjetivos pueden predicarse de una obra animal, o incluso, faltar en una obra artística humana. La célebre fuente de Marcel Duchamp, el inodoro invertido expuesto como un elemento artístico al que se le “ha cambiado de función”, es una obra, artística, sí, pero calamitosa, horrible y, hasta cierto punto, vulgar. Sin embargo cumple el gran requisito de lo artístico: hacernos meditar. Si el arte contemporáneo típico (el de Miró o Tàpies) es arte es por esto. Muchas veces no nos encontramos ante obras vistosas, bellas y coloridas, pero siempre hallamos excusas para reflexionar, y, ni tan siquiera fuere, para criticar. El arte requiere de COMPRENSIÓN,  lo mismo que la “alta literatura”, la música minimalista o el cine de autor. No podemos reducirnos a lo empírico, sino que debemos buscar, siempre, coordenadas y motivos.

Lo dicho nos conduce a una apreciación cartesiana, y es que toda obra artística requiere ser situada en unas coordenadas de tiempo y espacio (siguiendo las normas universales de Descartes y Saussure). Cada paradigma histórico produce un arte propio e irrepetible. El arte está condicionado por el tiempo y por el lugar. Al ser una creación del intelecto, lo artístico puede conllevar otras finalidades distintas a la belleza o añadidas a ella. El arte se configura como un eficaz elemento de PODER y PROPAGANDA, pudiendo, mismamente, tener una función ALEGÓRICA, e incluso, MORAL.

A nadie se le escapa que hay arte, cuanto menos arquitectónico, en la construcción de los rascacielos. Los lugares donde éstos se alzan son puntos clave en el capitalismo global, sirven de ofrendas al “dios dinero”, el de bolsas y valores, haciendo caer al observador en la contemplación del Poder del dinero, sea éste euro o dólar. Esta función, con pocos cambios en la finalidad perseguida, cumplían las catedrales góticas y los anfiteatros romanos.

Sin embargo, el arte también nos puede aportar DENUNCIA. ¿En cuántas ocasiones unas crudas fotografías han desenmascarado miserias humanas? ¿Cuántas obras literarias nos han hecho reflexionar en torno a nuestras miserias como especie? Ciertamente, el arte aporta en función del observador, configurándose como un medio de COMUNICACIÓN entre artista y observador. El observador también cambia en función de las coordenadas cartesianas (no produciendo los mismos sentimientos la catedral de Burgos al labriego contemporáneo a la misma o al visitante actual).

Calma, indignación, líbido... todo lo que el arte nos aporta son sentimientos y reflexiones, manifestaciones del hombre como “animal cultural”. En el arte lo hallamos “todo”, lo humanamente posible, pero siempre en cantidades y cualidades variables. Lo artístico es una materia humana sobre lo que REFLEXIONAR, y ello es la única característica que siempre le acompaña, por definición y esencia.

 

Javier Serrano Copete

 

 

 

Javier Serrano Copete (Barcelona, 1985), es licenciado en Derecho y escritor. Colabora en diversos medios nacionales y regionales y es autor de dos libros: "Di que fue un sueño" (2007) y "Una historia de Anguita: el pueblo y su entorno" (2008). Creador del weblog Nubiru (www.nubiru.blogspot.com )

COSAS MEDIATIKAS

 

Contacto

IN-MEDIATIKA

NOTICIAS ONLINE

Con nosotros

Nuestros Clientes

17.11.2011 00:00
Te invitamos a conocer las ventajas de publicitarte en IN-MEDIATIKA: MUY VISUAL Y DE FÁCIL NAVEGABILIDAD Navegar en IN-MEDIATIKA és muy fácil. Con un solo menú, el lector tiene acceso a la sección que más le interese, sin perderse por el camino. Tu producto o negocio se relacionará...

Nuestro Equipo

17.11.2011 00:00
Contamos con un equipo de profesionales con muchas ganas de ofrecerte los mejores artículos y fotografías online. Desde la más rabiosa actualidad, proyectaremos juntos una nueva forma de informarse más ágil, directa y dinámica. Con una imagen muy actual te ofrecemos una revista donde te será...