Urdangarín, marido, padre y tío en el verano mallorquín
Dentro de dos semanas, Urdangarían regresará a Palma. A su Ducado.
Seguramente lo hará solo. No será un viaje de placer como casi todos los que ha hecho a la isla, sino que será un viaje de trabajo. Porque trabajo le va a costar convencer al juez instructor que no es como se dice que es. Que no se ha enriquecido fraudulentamente, como presuntamente también se dice. Por otra parte, ese será un día memorable. Por dos razones. Una, porque ese día se verá si la Justicia es igual para todos los españoles, y se verá observando como accede a las dependencias de los juzgados de Vía Alemania, haciendo el paseillo, como todos, o en coche con cristales blindados y sin cámaras a su alrededor. Y dos: porque en los tiempos modernos, ese día será cuando un miembro de una familia real -o ya familia del rey- se siente delante de un juez instructor.
Urdangarín viene a Mallorca desde 1997. Concretame te desde el 27 de junio de ese año, en que fue visto con la Reina y su prometida, la infanta Cristina llegando de dar una vuelta con el Fortuna. Desde entonces a hoy, además de haber pasado 12 años, han pasado también muchas cosas.
Urdangarin en su veranos y Semana Santa mallorquinas solo ha destacado por ser un padrazo y un tiazo, y por no hacer nada más. Solo sol, playa, paseos, paseos marineros en el Fortuna, la Llamp y la Somny, a veces a Cabrera, a veces a sa Foradada, esqui acuático, cenas, fotos en l' Almudaina en la despedida de la temporada -hasta 2010, que ya no apareció en ella-, foto del domingo de Resurección frente la Seo, hasta 2010, que tampoco estuvo, footing mañanero, y poquitas cosas más. Tan poco que el último verano apenas se le vio, y cuando se le vio se quedó siempre en un segundo plano, acompañdo de algún hijo o sobrino, lejos de los Reyes, de los Príncipes y si podía de los flashes...
Alguien dijo en una ocasión que siendo su esposa miembro de la tripulación de Azur de Puig, bien podría haberse enrolado, cuando menos como grumete, en el barco y particiar en la Copa del Rey. Pues no. Ni eso siquiera.... Bueno, sí. Una vez se subió al bordo del barco para hacerse una foto con la tripuación. Esa fue su única participación física en la Copa de su suegro.
Bien, pues ahí les dejo unas cuantas fotos de los veranos del Duque de Palma. Y ustedes mismos...
Pedro Prieto